jueves, 24 de febrero de 2011

CAMBIOS EN LA PARRILLA DE LA SER

Los cambios en la dirección de la cadena SER, primera cadena de emisoras de radio de España, podrían llevar,  también, a una importante transformación de la parrilla de programación de la emisora.
Desde la incorporación de Alejandro Nieto a la dirección general de la radio de PRISA, hasta el anuncio de los despidos masivos en el área audiovisual del primer grupo de comunicación español, todo parecía quedar en una mera reorganización empresarial necesaria para conseguir los objetivos de rentabilidad que, necesariamente, ha de conseguir este grupo de comunicación acosado por la deuda bancaria y sometido al marcaje de cerca de Liberty.
Sin embargo, no sólo de resultados económicos a corto viven los grupos de comunicación. Es necesario reforzar los contenidos y revisar a fondo el comportamiento de las audiencias a medio plazo.
Desde que la COPE la emprendió contra la SER, asentándole un duro golpe en la línea de flotación del área de deportes, fichando a golpe de talonario al grueso de CARRUSEL DEPORTIVO, los directivos de PRISA vienen analizando  a fondo y con preocupación toda la  programación de la cadena.
Todo ha sido cuestionado desde que amanece en la parrilla informativa de la SER hasta que se adentra la madrugada de los imsomnes oyentes.
No sólo valen los informes cuantitativos que arroja el Estudio General de Medios, sino las percepciones cualitativas de los dirigentes de la radio, que también son humanos, y se suben a los taxis madrileños y reconocen el sonido inconfundible de sus contenidos en otra emisora.
Hacer cambios profundos desde el liderazgo es mucho más acertado que esperar a salvar los muebles cuando ya se ha producido la inundación.
Según lo que he podido conocer en Madrid estos días  el equipo del Carrusel de los Javi Hoyos y Juanma Ortega, que han perdido un 30% y un 22% de oyentes en laborables y fin de semana  respectivamente, serían sustituidos a corto plazo.  Esta operación generará un efecto dominó en la programación de la SER que será espectacular.
Estos cambios no vendrán dados tanto por nuevas contrataciones como por resituar en nuevos horarios y programas a las estrellas de la cadena mejor posicionadas frente a la audiencia como Angels Barceló y Carles Francino. La solución para los deportes podría ser la más sonada si Francino renueva su contrato.
En cualquier caso, cuando llegué de Madrid con estos imputs , pensé que la SER estaba viva. Muy viva, a pesar de los recortes de nóminas, los planes de Liberty y  de que cuando me subí al taxi el conductor tenía puesto el sonido inconfundible de la COPE  de Paco Gonzalez.
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lunes, 21 de febrero de 2011

NUEVA RUMASA Y LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN

Me comentaban unos amigos que los medios de comunicación deberían tener alguna responsabilidad sobre la bondad de los anuncios que publican. Me lo decían a raíz del previo concurso de acreedores que NUEVA RUMASA  acaba de presentar y que, al parecer, puede poner en peligro a algunos ahorradores que, atraídos por la publicidad en prensa, radio y televisión, habían adquirido los pagarés de alto interés de esta empresa.
El despliegue  de dobles páginas y spots de larga duración, con los que la familia Ruiz Mateos llenó los principales medios de comunicación de nuestro país hace sólo un año fue impresionante. Incluso, días antes de comunicar sus problemas financieros volvió a la carga con una campaña para captar capital para unas empresas que ahora se muestran con serios problemas de rentabilidad y de liquidez.
Mis amigos decían que mientras los periódicos, radios y televisiones insertaban los anuncios y cobraban de NUEVA RUMASA , éstos no informaron de que este tipo de operaciones eran de alto riesgo y, posiblemente, podrían perjudicar económicamente a miles de lectores y oyentes.
También el gobierno actuó con posterioridad a la emisión de los anuncios, cuando al parecer la familía Ruiz Mateos había captado ya más de cien millones de euros para sus empresas. El ministerio de economía obligó a que las emisiones de los pagarés fueran controlados por algún auditor que rindiera cuentas a la CNMV.
Ahora, los medios informan con extensión sobre las cuentas de NUEVA RUMASA y sobre los hipotéticos engaños en el destino de los fondos conseguidos de los ahorradores a través de la publicidad que insertaron. En breve veremos desfilar la lista de los confíados perjudicados como pasó con AFINSA y otros...
Pues bien, en mi opinión la prensa no tiene responsabilidad alguna en dar publicidad a una operación  financiera que a todas luces era legal y a la que el gobierno no pudo, o no supo, oponerse hasta pasado un tiempo.  Algunos diarios sí que alertaron del peligro que suponía invertir en pagarés con rentabilidades del 8% y del 10%, otros, revisando la hemeroteca informaron asépticamente sobre esta emisión.
Lo cierto es, que en momentos de crisis económica en la que los casos de ingeniería financiera, quiebras de bancos y productos financieros basura han sido una constante desde el comienzo de ésta, lo de NUEVA RUMASA cobra mayor relieve que en otras circunstancias. Los gobiernos y ahora hemos conocido que el FMI también, no supieron prever y  ni siquiera ver la crisis que se nos venía encima, pero tampoco los periodistas de los medios americanos detectaron que LEHMAN BROTHERS o MADOFF podían quebrar. Algunos de ellos almorzaban con sus directivos  que intentaban, y parece que lo conseguían, influir en sus informaciones sobre la bondad de las finanzas de sus entidades.
En los tiempos de WIKILEAKS, de la transparencia informativa, de la caída de dictaduras, de poner en tela de juicio las instituciones, empresarios, curas y políticos más sagrados , el periodismo cobra mayor fuerza que nunca.
El periodismo puede ser una alerta, un contraste de la verdad, una defensa del ciudadano frente a los abusos del poder y hasta una referencia necesaria para que la gente se sienta segura estando bien informada.
Solo le debemos pedir a los periodistas que investiguen y busquen la verdad con honestidad, pero también, las empresas de comunicación, les han de dotar de medios para que puedan hacer su trabajo, incluso para poder informar con libertad sobre las empresas que se anuncian en sus medios.

martes, 15 de febrero de 2011

BORDERS Y LA CASA DEL LIBRO

La cadena de librerías de EEUU, BORDERS, anuncia su bancarrota. 674 tiendas y más de 19.000 empleados están abocados a la desaparición, Según el corresponsal de La Vanguardia en Nueva York, la causa está en el impacto que internet está produciendo en el sector del libro y en la poca adaptación que estas librerías han tenido ante la escalada de ventas de libros electrónicos en la red, aunque ya hace tiempo venían teniendo problemas de costes y de estructura financiera.
Amazon ha reconocido ya más ventas de e-books para su Kindle que a través de su plataforma para libros físicos.
BORDERS había establecido un acuerdo con AMAZON que acabó canibalizándola. Otras librerías en EEUU como BARNES and NOBLE, han optado por crear su propia plataforma virtual y hasta su propio lector de e-books para adaptarse a la nueva realidad digital, pero ello no ha obviado el que hayan tenido que cerrar algún establecimiento, el último en Nueva York.
Junto al panorma de los grandes están aumentando las pequeñas librerías independientes, muchas de ellas especilaizadas.
Al igual que desapareciron los megastores de música, parece que ahora peligran los de los libros.
Sin embargo, aquí en España, el fenómeno es distinto. Acabamos de conocer la compra de las librerías BERTRAND del grupo BERTELSMANN, por parte de la CASA DEL LIBRO de PLANETA.
En esta operación la CASA DEL LIBRO tendrá 8 nuevas librerías hasta completar un total de 37, distribuidas por el territorio nacional.
Es cierto que el tamaño no es comparable con el americano y que en España no acaban de despegar las ventas de e-books, mientras que en EEUU ya superan el 10% del total y estiman que en 2015, dada la progresión de ventas de tablets, smartcoms y readers, el mercado digital de libros esté en torno al 50%.
En nuestro país, la piratería del libro electrónico es muy importante, no así en los EEUU. Al teclear un título,en las primeras páginas de Google aparecen las descargas gratuitas de la mayoría de libros de nuestras editoriales y si no se descargan más es porque todavía el parque de aparatos electrónicos para la lectura no se ha popularizado.
LIBRANDA, la mayor plataforma de distribución de e-books, está midiendo el modelo que debería adoptar, pues transcurridos los primeros meses de operaciones, todavía son insuficientes y complejos los canales para descargarse un libro legalmente. Los precios son más asequibles que los de los libros de papel a pesar de que vienen lastrados con un iva del 18%, pero todavía no se han cerrado los derechos digitales con muchos autores que permitan tener un catálogo tan amplio como el del libro físico.
Muchas librerías no han adoptado la venta de e-books a pesar de que LIBRANDA les ofrece  el enganche a su pasarela.
Parece que la tendencia de EEUU acabará por llegar a nuestro país, mientras tanto no sé si el proteccionismo del sector en España, puede derivar en algún que otro fracaso como el de BORDERS. Valdría la pena estar preparados y seguir muy de cerca las necesidades de los nuevos lectores.

viernes, 11 de febrero de 2011

¿ALGUNA PRENSA NO TIENE QUE SER VERAZ?

Hoy ha quedado jurídicamente sentado que no toda la prensa tiene que ser estrictamente veraz, según la sentencia de nuestro Tribunal Supremo ante una demanda de Cayetano Martinez de Irujo contra la revista "Que me dices", en la que reclamaba una cantidad para reparar su honor e intimidad en un reportaje sobre su luna de miel. que además contenía inexactitudes informativas.
El Supremo afirma que la prensa rosa no tiene que ser necesariamente precisa ni esmerada.
Está bien que los jueces se sitúen en el plano de la realidad cotidiana. Ya imaginábamos que los improperios de Belén Esteban, José Javier Vázquez y toda su " troupe" y las controvertidas opiniones sobre famosos, consagrados y advenedizos, de múltiples revistas y programas del corazón no debían ser necesariamente esmeradas ni precisas.
De la sentencia se extrae que la prensa, en este tipo de informaciones, no crea o transforma la opinión pública y que, por tanto, su trascendencia y relevancia es relativa.
No sé yo , si las informaciones vertidas en la prensa rosa calan en el ciudadano. Lo que si está contrastado es que tiene, muchas veces, una audiencia superior a la de la prensa de información general.
Los personajes públicos en la prensa rosa son vapuleados como esclavos en un circo romano. Algunos se prestan a ello para seguir en el candelero, es cierto.
No me imagino a la prensa de información general aireando con inexactitudes, para darle más morbo, la vida privada de nuestros políticos y de los jueces, pero, ahora, esta es una opción que tiene la llamada prensa rosa, al fin y al cabo muchos de ellos tampoco son esmerados ni precisos. No les pasará nada.
Ahora bien si lo hace un medio de comunicación conceptuado como serio resulta que puede calar en el cerebro de la gente y transformar su opinión.
Quizás el Supremo quería decir, con su sentencia, que el cerebro de los que ven o leen la prensa rosa no es susceptible de ser alterado.

jueves, 10 de febrero de 2011

PERIÓDICOS: MÁS LECTORES Y MENOS COMPRADORES

La prensa de papel en España ha perdido cerca de 400.000 ejemplares diarios en los últimos diez años, lo que equivale a un 10% de su difusión total. En el año 2000 los periódicos vendían cuatro millones de ejemplares diariamente, a finales de 2010 esta cifra estaba en torno a tres millones seiscientos mil.
Según el informe de Deloitte para la AEDE, los canales de compra se han transformado en los últimos años: Se han incrementado las suscripciones individuales en más de un 37%, pero ha disminuido la venta en los quioscos un 21%. Hace diez años los quioscos vendían el 80% de los ejemplares difundidos por los diarios, hoy sólo el 68%.
Los periódicos han incrementado la fórmula de la  venta en bloque y las suscripciones colectivas con descuentos importantes a grandes compañías e instituciones con el fin de parar la caída de los compradores, que ya no se acercan como antes a su quiosco habitual.
Ello lleva a que, para los editores, el ingreso medio por ejemplar  total difundido se haya deteriorado y se ha tenido  que compensar, en parte, con incrementos en los precios de las cabeceras.
La aparente contradicción es que , como en el caso de los libros, la lectura de los diarios en papel ha aumentado en los últimos diez años. Cerca de 14 millones de lectores confiesan leer un diario, un millón más que hace diez años.
La gente continúa leyendo los periódicos en papel, pero ya no los compra como antes. Las cafeterías, bibliotecas, salas de espera, hoteles y oficinas suelen tener un diario que pasa por varios ojos de lectura.
Otro fenómeno destacable es que el número de mujeres lectoras de diarios ha aumentado. Ya son el 44% del total de los lectores, cuando hace diez años escasamente llegaban al 39%.
En 2010 ya son más de once millones los lectores de las cabeceras digitales de los diarios españoles. En los últimos cinco años se ha duplicado la cifra. La tendencia seguirá al alza en 2011.
Los periódicos han disminuido más de un 30% sus ingresos publicitarios entre los años 2000 y 2010.
Las previsiones para 2011 apuntan a que el mercado de la publicidad en la prensa descenderá en torno a un 4% de media.
La crisis económica actual ha provocado que los anunciantes inviertan sólo el 0,48% del PIB cuando hace diez años se gastaban el 0,92%. La caída del consumo del hogar , que representa el 60% del PIB es la explicación.
A pesar de la difícil situación de la prensa diaria, es de esperar que si se reactiva el consumo porque se genera empleo a partir de 2012, la publicidad tendrá un punto de inflexión positivo para los periódicos, los lectores del papel en 2011 se mantendrán o incluso pueden crecer ligeramente, los compradores descenderán posiblemente entorno al 3%. (el año pasado las ventas de diarios cayeron un 4%).
La política de suscripciones colectivas y ventas en bloque continuará incentivándose y la pérdida de la venta al número en el quiosco también.
Con estos datos y tendencias, ¿Puede desaparecer a corto plazo la prensa en su formato de papel? La respuesta es que no. No hay, todavía, síntomas de que desaparezcan los lectores en España. Éstos siguen creciendo, pero se lo están poniendo difícil a muchas empresas editoras porque, al igual que en internet , cada vez más usuarios del papel no quieren pagarlo. Prefieren leer el diario que han comprado otros.

lunes, 7 de febrero de 2011

LA VENTA DE HUFFINGTON POST

Que el Huffington Post de la bloguera Arianna Huffington se venda a AOL por 315 millones de dólares con apenas 15 millones de dólares de facturación de publicidad el último año y en el que invirtió para su creación escasamente 1 millón, nos tiene quedar que pensar.
No sé si alguien pagaría una suma parecida por un periódico en papel por muy consolidado que éste estuviera. Quizás cuanto más consolidado, más maduro y con menos futuro.
¿Qué han comprado entonces los de AOL? y, sobre todo, ¿Por qué han pagado tanto?.
La explicación debe estar en los 25 millones de usuarios únicos a los que llegó en diciembre pasado esta web afincada en Washingnton y que opera desde hace poco más de cinco años.
También, el hecho de que sea de las páginas más influyentes en América y que le haga sombra a los centenarios y prestigiosos The New York Times y The Washington Post debe haber influído en la compra.
El éxito de Arianna, ha llevado a AOL  a situarla al frente de toda su división de contenidos editoriales, incluyendo los de noticias, tecnología, música y las webs locales.
En las operaciones corporativas de internet no importa tanto el resultado operativo de la compañía a adquirir , como la proyección de futuro que ésta pueda tener.
Hoy en día son , todavía, mucho más rentables economicamente los diarios de papel y quizás no tienen el futuro que les haga tan atractivos como para ser objeto de deseo de los inversores.
En EEUU muchos editores dan por sentado que en 2015 el negocio on line será el 50% del mercado de los medios y se están preparando para ello.
Operaciones como estas veremos varias a corto plazo. El tiempo digital corre deprisa.

PERIODISTAS PUBLICITARIOS

Hace unos días en unas jornadas de la APM (Asociación de la Prensa de Madrid), se concluyó que la crisis está aumentando la mezcla de publicidad y periodismo en los medios, y cada vez es más frecuente ver rostros conocidos que ponen su cara o su voz a los anuncios.
El profesor Bernardo Diaz Nosty afirmaba que los periodistas que trasladan su credibilidad a un producto comercial incurren en la degradación más absoluta que puede alcanzar la profesión periodística.
No lo he podido comprobar, pero a mi querida Nativel Preciado parece que le ofrecieron una pasta importante, que rechazó, por anunciar una marca de coñac.
A mi me parece que no es para rasgarse las vestiduras. Hace unos cuantos años, quizás ya una veintena (como pasa el tiempo), me llamaron de unos grandes almacenes que celebran una carrera anual por la ciudad de Barcelona, porque tras publicar media docena de páginas de publicidad  en el diario, del que yo era entonces consejero delegado, anunciando la carrera de "EL CORTE INGLES", mi director había decidido  que dicho evento, que paralizó un domingo las calles de la ciudad y que tuvo miles de participantes, se recogería informativamente como "la carrera de unos grandes almacenes". A mi me pareció que los lectores no se sentirían defraudados o engañados porque tituláramos con el lenguaje de la calle y con el mismo con el que veníamos anunciando un evento que despues se convertía en noticia.
Eran tiempos en que los periodistas odiaban las páginas de publicidad de los diarios que les recortaban los espacios para explayarse en sus textos informativos. No había crisis.
También recuerdo cuando en INTERVIU se elaboró un reportaje denunciando una pintura que los reporteros, consultando varios laboratorios y analistas, consideraban cancerigéna. Esa pintura se solía utilizar como aislante en la mayoría de construcciones. Dos páginas antes del reportaje llevábamos el anuncio del barniz de marras. Los lectores de aquel tiempo escribieron indignados: ¿Cómo podíamos anunciar un producto que informábamos que era cancerígeno? La reacción de la marca de pinturas fue de manual avanzado: Lejos de anular la campaña y castigarnos, nos enviaron una programación publicitaria para los siguientes seis meses. ¿Querían acaso combatir la negativa información con la bondadosa publicidad? o más bien, querían hundir el prestigio de una revista que en aquellos tiempos vendía cerca de un millón de ejemplares y casi todo lo que decía iba a misa.
Durante los años de bonanza publicitaria no podíamos insertar un anuncio del lanzamiento de un coche cerca de la sección en la que , "asépticamente" , hacíamos la información con el test de prueba del mismo vehículo. "Pensarán los lectores que la prueba está manipulada y comprada por el anunciante".
Hoy en día nadie comprueba, no es obligación del medio, si los anuncios de "Nueva Rumasa" en los que prometen rentabilidades de dos dígitos, son inversiones seguras para los lectores de los diarios, o si  las bombillas de leds de tan poco consumo que se anuncian en los diarios son perjudiciales para la vista...
Lo peor no es que un periodista o un periódico venda una marca con luz y taquígrafos, que la anuncie a todo color o utilizando su imagen sin tapujos. Creo que eso es más claro, más entendible y comprensible para el lector... Nada tiene que ver con la credibilidad del periodista ni del medio. Lo peor es cuando leemos entre líneas un reportaje interesado de una marca o de un servicio porque ésta se ha ganado a la empresa o al periodista.
La publicidad mezclada en la información, el interés comercial de una marca disuelto sutilmente en el texto de una noticia o los opinadores por encargo es lo que nos debería preocupar.
Volviendo a las batallitas de otros tiempos, recuerdo como dos grandes periodistas Josep Pernau y Josep María Cadena me contaban, que tiempos ha, a las crónicas taurinas les llamaban críticas "sobrecogedoras". Inocentemente les pregunté si es que estaban tan bien escritas que ponían el corazón del lector en un puño. Me miraron con una sonrisa: "No, eran las que mejor pagaban los taurinos a los periodistas del ramo por sus buenas críticas". "Siempre acababan cogiendo el sobre".
En fin, la vida ha cambiado mucho desde entonces o quizás no tanto. Si eres una buena periodista como tú, Nativel, yo no hubiera renunciado a publicitar ese coñac, salvo que creas que el coñac puede ser cancerígeno o, simplemente, no te guste.

miércoles, 2 de febrero de 2011

¿PERIODISTAS ESPIADOS?

Bill Keller, director de The New York Times, ha declarado que le llamó Alan Rusbridger, director de The Guardian, y le preguntó si podían hablar a través de algún medio de comunicación seguro para tener la garantía de no ser escuchados. Al parecer, le quería proponer compartir la publicación de los documentos de Wikileaks.
El tema era tan confidencial, que el director del diario británico  daba por supuesto que el Times tenía teléfonos encriptados para sortear las escuchas de la CIA, imagino. Cuando Keller le dijo a su colega de The Guardian que no disponía de "medios seguros", a éste se le debieron hundir los esquemas más elementales del periodismo de investigación de hondo calado.
El inglés debió pensar, además de en los espías, que su número aparecería en la factura de la ATT (la compañía telefónica del New York Times), con el desglose de las llamadas en itinerancia  que serían comprobadas por el contable de turno del diario norteamericano,  que, dicho sea de paso, está recortando gastos.
Más allá de la anécdota, lo cierto es que, sobre todo, los periodistas que se dedican a los sucesos y a los temas en que está implicada la justicia deben, con seguridad, estar espiados indirectamente.
En nuestro país el asunto es más visible, más elemental: Si resulta que un periodista tiene como fuente a un policía, a un confidente de ésta, o a un ciudadano imputado por algún delito, a los que  se le ha intervenido judicialmente el teléfono, las conversaciones que mantenga con dichas fuentes serán grabadas, lógicamente. El secreto profesional queda, en ese momento, aireado frente a la justicia. De hecho no existe. Es más si la fuente confesara al periodista algo de ser susceptible de delito, éste debería comunicarlo inmediatamente al juez, dado que tendrá constancia grabada de la conversación.
La publicación  en los medios de las escuchas telefónicas encargadas judicialmente, es habitual en nuestro país cuando a un diario o a una televisión le llegan los sumarios, a veces filtrados interesadamente.
El Wikileaks de los documentos policiales, las pruebas periciales, las declaraciones de imputados y las grabaciones telefónicas, funciona en la prensa con cierta naturalidad. Tanta que permite al medio discernir lo que, según su criterio, es publicable o no. Es el caso de las escuchas del caso Gurtel y la decisión del diario El País de no transcribir aquellas que se referían a cuestiones personales, más bien sexuales, de alguno de los imputados.
A veces uno tiene la sospecha de que periodistas, jueces, policías y hasta confidentes, se necesitan para que todo el aparato de la justicia funcione correctamente; otras pienso que algunos periodistas deberían tener los teléfonos encriptados, como el director de The Guardian, para que no ser espiados y utilizados por sus fuentes, pero en general creo que un buen periodista de sucesos sabe interpretar con prudencia y profesionalidad el terreno minado por donde se mueve.
Cuando he leído que a un redactor del diario Levante algunos funcionarios de la Ciudad de la Justicia de Valencia, le han colgado carteles, con su foto, por denunciar que éstos no pasaban los sistemas de control para fichar, con el lema: "Este chico se dedica a espiar a los funcionarios", "Se le ve mucho por la Ciudad de la Justicia!", he pensado que, a parte de la reprobable actitud de los funcionarios, a este redactor se le han encriptado las fuentes judiciales por un tiempo. Pero también he vuelto a reconciliarme con una profesión, la de periodista, que debe mantener su independencia por encima de la interesada utilización de sus fuentes, tan necesarias para llevar a cabo su cometido informativo.