martes, 28 de enero de 2014

¿POR QUÉ INVERTIR EN LA COMPRA DE UN PERIÓDICO?

John W. Henry, el  propietario del diario The Boston Globe, que adquirió hace poco a The New York Times por 70 millones de dólares, ha publicado un artículo de opinión en su nuevo periódico titulado: ¿Por qué compré The Boston Globe?
Creo que el  artículo debería ser de obligada lectura para los editores y periodistas españoles desengañados, desfondados y tan desnortados que han  tirado la toalla. A lo mejor, leer a Henry, consigue  levantarles  el ánimo.
En los momentos que vive la prensa en todo el mundo no es de extrañar que la gente piense que invertir en un diario es un acto temerario o, cuando menos, poco juicioso y de difícil justificación. De entrada eso es lo que ha motivado a John W. Henry a explicarse.
 En nuestro país los mensajes de algunos editores de prensa suelen ser derrotistas y la forma de afrontar la crisis que viven sus medios es de cortas miras y de poca convicción en el futuro.
 Del artículo de Henry me quedo con lo siguiente:
 1.- El periódico es de sus lectores y de sus intereses generales  y no de sus accionistas y sus intereses particulares. Si se invierte la propiedad  el periódico no tiene futuro.
 2.- Hay que invertir en la información precisa y contrastada para que las noticias que se publiquen gocen de confianza entre los lectores.
 3.- Opinión hay mucha y de muchos sitios, pero la mayoría suele ser partidista, poco interesante y provocativa. La opinión debe ser un laboratorio de ideas. Muchos de los artículos son previsibles y de nula aportación a los lectores.
 4.-Hay que andar con cuidado con las redes sociales: generan mucha información, pero también el aislamiento de sus seguidores. Un diario debe utilizarlas, pero previamente debe convertirse, por el interés que despierten sus informaciones, en el foco de discusión de la sociedad. No hay que renunciar a ningún tema ni debate en un periódico, incluso a aquellos que no tienen solución o respuesta a medio plazo.
5.-Hay que crear valor para los lectores para que éstos se suscriban al diario y así crear el valor para los anunciantes que deben sostener parte del negocio de los periódicos.
 
 
Es fácil de enumerar y parece difícil de conseguir. John W. Henry, propietario del Liverpool C.F. y del equipo de béisbol de los Red Sox de Boston fue un joven, hijo de granjeros, que en su día  ya practicó  el periodismo y siguió a los equipos  de béisbol que levantaban pasiones entre sus seguidores. Cree en la comunidad a la que se dirige el Boston Globe: Nueva Inglatera. Cree en los grupos locales y de interés común y parece  creer firmemente en el periodismo. Ojalá no se equivoque.




miércoles, 22 de enero de 2014

EL ÚLTIMO PERIÓDICO DE MADRID

  Recuerdo que mi amigo me dijo que fue un 6 de julio de 2026 : hacía un calor insoportable en la Gran Vía de Madrid y en la portada del último diario del quiosco, de los que se habían editado hasta la fecha en la capital, había una noticia a una columna que decía que ese día, precisamente, era el día del año en  que el sol y la tierra estaban más alejados entre sí. El fenómeno lo llamaban "Afelio" y la distancia entre ambos pasaba de los 152 millones de kilómetros.
  Mi amigo,  conocía de sobra la noticia   por los medios digitales, la tele y la radio y, claro,  tuvo la sensación de un "dejà vu", incluso de  un "avoir  lu" que  le hizo reflexionar: estaba comprando un periódico, el último que se iba a imprimir en Madrid,  que estaba tan alejado del lector como la distancia entre la estrella y el planeta.
  La cosa ya venía de lejos. Se precipitó en el 2007, con la crisis,  y en 2013 los periódicos nacionales ya habían perdido un tercio de sus ventas. De 2014 hasta  2026 fueron desangrándose lentamente hasta desaparecer. Los editores lo veían venir. La política de recortes de gastos era insuficiente para aguantar y además generaba un efecto perverso y mortal en las ventas: se acortaban las tiradas y se renunciaba a distribuir ejemplares en muchas provincias, se cerraron todas las ediciones locales de los diarios de Madrid y, con las redacciones menguadas, la información que se suministraba al lector era casi siempre uniforme y de poco interés.
  Los únicos periódicos que sobrevivían, no sin dificultad, eran aquellos de tamaño mediano que se editaban en las diferentes provincias. Los diarios nacionales les habían dejado un hueco importante y parecían haberlo aprovechado. La información local adquiría para el lector tanta relevancia como la información global, pero ésta última no podía ser suministrada con calidad por los periódicos de Madrid. Lo global estaba en la red, incluso cuando había que interpretar los temas próximos. Sin embargo parecía que lo de cada comunidad se tenía que palpar  todavía sobre el papel.
  Los anunciantes confíaban  en la prensa regional, que hacía esfuerzos por pegarse a las inquietudes del lector, y recelaban de las cabeceras que pretendían ser universales y generalistas.
  Los medios escritos de los grupos nacionales seguían en reconstrucción en el 2026, pero los que se edificaban sobre los escombros del pasado utilizando los nuevos materiales digitales iban desplomándose, cuando no había que dinamitarlos al poco tiempo para volver a empezar.
  Mi amigo ya era algo mayor y no podía reprimir la nostalgia de los de su edad: pasar por los pocos quioscos que quedaban en la Gran Vía y coger su periódico era algo que no se iba a repetir.
   Los  jóvenes se alejaron tan rápido y hacía tanto tiempo de esos curiosos establecimientos—ahora se habían convertido en puntos de venta de lo global, como los souvenirs para extranjeros— que no concebían que un día la información pudiera haber estado envuelta en papel, encorsetada, detenida y apisonada sin posibilidad de interactuar con ella.
  Era el 6 de julio de 2026 y hacía mucho calor, parecía una contradicción que el sol estuviera ese día tan alejado de la tierra y sin embargo calentara más que nunca. Los medios digitales explicaron que las estaciones climáticas dependían del eje de inclinación de la tierra con el astro y no de la distancia entre ambos. Pero lo cierto es que el cambio climático que se venía produciendo desde hacía años estaba pasando factura. Algo así  había pasado con los periódicos de la capital. No apetecía pasear por la Gran Vía.

Datos:
* 1,2 millones de ejemplares de periódicos cada día se han dejado de comprar en los últimos 5 años .( Fuente OJD)
* Solo en 2012 se han perdido más de 500.000 ejemplares diarios.
* Los  4 principales periódicos de información general editados en Madrid (nacionales) no son líderes (sumadas sus ventas) en ninguna comunidad autónoma, exceptuada la de Andalucía. En todas ellas gana  en difusión la prensa regional. (Fuente Libro Blanco de AEDE y OJD)
* El índice de periódicos comprados por habitante en España ha pasado de 102 a 64 por mil habitantes.El más bajo de Europa.
* Los ingresos de publicidad de los diarios han descendido un 65% en seis años.
* Las paginas de publicidad local representan el 70,7% mientras que las de publicidad nacional solo el 29,3%
* El 6 de julio de 2026 la tierra estará más alejada del sol







  

 

miércoles, 15 de enero de 2014

EL DIARIO DE GAMONAL (BURGOS)

Es muy difícil que la prensa no pierda credibilidad cuando un editor defiende sus intereses particulares. Lo que está pasando en Gamonal (Burgos) es un claro ejemplo. No me voy a extender en lo que ya  contaba el director de eldiario.es, Ignacio Escolar, en  su columna de ayer; aunque debería releerse para entender por qué los medios pueden acabar con el periodismo como decía Graham Greene.
Un constructor no puede ser editor de un diario, lo mismo que un pirómano no debería ser a la vez guarda bosques o un ministro de economía, banquero.
En el caso del periodismo los límites están a flor de piel: deben ser tan susceptibles que la raya a traspasar solo puede estar teñida de un rosa pálido, casi transparente, y condicionados exclusivamente por las ideas, jamás por los compromisos y las hipotecas personales.
Arde Burgos porque los vecinos de Gamonal se oponen a las obras de un bulevar que les va a costar 8 millones de euros antes que priorizar los servicios esenciales de una comunidad castigada por la crisis. Algo de esos 8 millones se va a llevar la empresa constructora del editor del diario de Burgos,  "Michel" Méndez Pozo,  que debería informar con imparcialidad  en su diario sobre lo que en su ciudad está sucediendo.
Hoy el director del Diario de Burgos, en la cadena Ser, hacía un lamentable papel en defensa de su editor cuando debería estar del lado de los débiles, de aquellos a los que un periódico debe darles voz. Solo así se concibe el periodismo.
Hoy Diario de Burgos abre su página web con un anuncio publicitario en defensa de Gamonal patrocinado por el Ayuntamiento de Burgos:  Apostando por Gamonal es el lema y el vídeo que ostenta en su cabecera el periódico.
Este es el claro ejemplo de que no todo vale en el periodismo, ni siquiera la publicidad tendenciosa en un momento como el que viven los burgaleses.
O se apuesta por los ciudadanos o el periodismo se muere. Lo están matando.





martes, 14 de enero de 2014

EL FUTURO DEL HUFFINGTON POST

Se van a cumplir tres años de la compra por parte de AOL del blog de Arianna Huffington. El proveedor de Internet y contenidos americano llegó a pagar 315 millones de dólares por el Huffington Post. En ese momento tenía unos 25 millones de usuarios y facturaba escasamente 50 millones de dólares. En estos tres años el HP ha pasado de 200 empleados a 700 y se le estima una audiencia global de 84 millones de usuarios y ha conseguido doblar la facturación para situarse en 100 millones de dólares.
Sin embargo estos datos no son del todo buenos para AOL. La web de la Huffington está todavía en pérdidas y para alcanzar esas cifras de ingresos han tenido que inyectarle decenas de millones de dólares.
El objetivo de la compra era llegar a los 165 millones de dólares en 2013 y a unos beneficios operativos de 60 millones y todo sin necesidad de las fuertes inversiones en portales verticales y en tecnología que se han tenido que realizar.
Durante estos años las tensiones entre el principal ejectutivo de AOL,  Tim Armstrong, y Arianna Huffngton han sido importantes, aunque al parecer se han superado con un  nuevo pacto en la organización, en la que la Huffington habría cedido poder sobre los otros sitios web de AOL y se le habría  obligado a centrarse en su sitio y en la expansión de éste por el mundo.
Los nuevos objetivos para 2014 son  hacer rentable el Huffington y expandirse a mercados como Brasil e India. Tras las aperturas de la web en varios países europeos y en Japón, la pretensión es que el 50% del tráfico a finales de 2014 provenga de fuera de los Estados Unidos.
Realmente estamos hablando de cantidades muy importantes para un medio digital que solo se entienden por esa apuesta global en la que se han embarcado. El riesgo, a veces, puede residir en que al mirar a hacia afuera se pierda el control de dentro. La competencia de otros medios digitales que están despegando en los EEUU puede retrasar  y dificultar, de nuevo, los planes de AOL para el Huffington Post.
De momento, según la información de Reuters, de donde he extraído estos datos, a Arianna Huffington su jefe de AOL le ha permitido comprar esta navidad los suéters que habitualmente regalaba a sus empleados. Esta vez han tenido que ser 700, más del triple que hace tres años.