martes, 31 de julio de 2012

EL PRECIO DE LOS PERIÓDICOS

Iba a escribir sobre la situación de los periódicos españoles, tras conocer que en los primeros seis meses de este año han descendido un  10% sus ventas y que  la publicidad ha caído otro 20%, cuando me he encontrado con esta "Tribuna" de Jesús de Polanco de hace 35 años y he pensado que es una buena base de reflexión el conocer cómo plantearon los editores el negocio en el pasado para preguntarse a dónde irán los periódicos en el futuro.  Entonces los periódicos valían 10 pesetas y hoy más de 200. Los editores querían edificios y rotativas y hoy se los quieren quitar de encima. Querían ser independientes financieramente y hoy están fuertemente endeudados. Pretendían cubrir sus costes con la publicidad y la crisis e internet les ha dado un vuelco a su modelo de negocio....  Sugiero su lectura completa y luego hablamos...
domingo, 2 de enero de 1977
Tribuna:

El precio de los periódicos

Consejero delegado de EL PAIS
Hace unos años, cinco personas se propusieron la aventura de sacar a la calle un periódico independiente. Hoy son más de ochocientos accionistas los que han arriesgado los trescientos millones de pesetas que constituyen el capital de la empresa de EL PAIS, para hacer posible un periódico realmente nuevo.
Salvo en contadísimas excepciones, los accionistas han respetado la marcha independiente de su diario.
Cuando proyectábamos el periódico teníamos suficientemente claro que un diario es independiente siempre que su independencia financiera esté asegurada.
Este objetivo. primordial para nosotros, nos llevó a diseñar una empresa ambiciosa, pero modesta y sencilla. Que fuésemos propietarios del edificio en que trabajamos, que también fuesen propios los talleres en que se imprimiera el periódico y que el modelo económico se basase en unas. coordenadas claras: que el número de páginas, es decir, el consumo de papel, fuese el imprescindible para ofrecer el máximo de información interesante, con unos criterios de calidad periodística que permitiera a los lectores una fácil asimilación del contenido.
Sabemos qué, a pesar de nuestro reducido número de páginas, muchos lectores se han quejado de falta de tiempo para poder leer -más o menos íntegramente- EL PAIS de cada día. Esta acusación nos ha gustado.
Si hacer un periódico es un empeño difícil, conseguir que la empresa editorial no sea deficitaria es un objetivo que trae de cabeza a la mayoría de los gerentes de la prensa mundial.
España está viviendo cambios importantes en todos los terrenos. Y, naturalmenteja prensa no es una excepción. Tanto en los aspectos informativos como en los económicos, también la prensa tiene que aceptar su mayoría de edad. Las circunstancias se precipitan y ambos aspectos se han planteado conjuntamente. Nuestro esfuerzo propiamente periodístico lo venimos haciendo día a día, con más o menos fortuna, y el lector tendrá su juicio.
Ahora hemos tenido que adoptar una medida económica que nos ha obligado a todas las empresas periodísticas españolas a meditar seriamente sobre una decisión muy importante: la subida del precio de los periódicos. Y la prensa de Barcelona, Madrid y algunas otras ciudades ha decidido que, a partir del martes 4 de enero, el precio pase de diez a quince pesetas a diario, y de quince a veinte los domingos.
Por un acuerdo reciente del Gobierno ha quedado en libertad, después de muchos años, el precio de los periódicos. Y las empresas hemos respondido con un aumento del 50 por cien a diario y del 33 por cien los domingos, en estos momentos de grave crisis económica. Puede que haya lectores que se escandalicen. Nosotros hemos creído que -en bien de la prensa y de la información- no había otro remedio, y voy a tratar de explicarlo.
Durante los largos años del franquismo, la censura y la prensa dirigida no sólo afectaron a la calidad informativa, sino que también crearon una especie de conciencia culpable que se descargó manteniendo controlado el precio de venta de los periódicos muy por bajo de sus precios reales de costo, y sin comparación posible con el precio de los periódicos europeos.
No creo que sea casualidad que desde la promulgación de la ley de Prensa -que aún con sus graves limitaciones originó el cambio de los periódicos españoles- el precio de venta pasase dé 1,50 en 1966 a las diez pesetas actuales, cuando en el mismo período el precio del papel pasaba de doce pesetas kilo, aproximadamente, a las 30,48 pesetas actuales.
No obstante, la situación, en estos momentos, plantea una grave tensión económica a la casi totalidad de la prensa española. A modo del ejemplo puedo hablar de EL PAIS. En noviembre pasado -último mes del que tengo datos concretos y comprobados-, cada ejemplar que vendímos costó 19,52 pesetas, mientras que nosotros hemos cobrado 7,50 pesetas. Las doce pesetas de diferencia se han cubierto, afortunadamente, con publicidad. El lector puede fácilmente llegar a la conclusión de cuáles sean los problemas económicos para otros periódicos con mayor cantidad de papel o menor venta que, el nuestro.
Conviene precisar que con la subida a quince pesetas. los ingresos netos por ejemplar serán de 11.25.pesetas. por lo que partimos con la necesidad, en el caso de EL PAIS. de cubrir 8,27 pesetas por ejemplar vendido con ingresos publicitarios, además del incremento de costes que suponga la inflación en 1977.
Los precios de costo de un periódico son mucho mayores que los de cualquier otro producto de características similares. Además del personal, los colaboradores. las comunicaciones, papel, tinta y la impresión, se añaden dos factores específicos: la necesidad de la producción rápida -el factor tiempo- y la distribución inmediata -el factor espacio-. Ambos implican un sobrecosto de estructura que, difícilmente, se plantea a cualquier otro producto en serie.
Los ingresos de un periódico son la venta y la publicidad, y, como curiosamente dice J. Sauvageot, gerente de Le Monde, si los periódicos se vendiesen baratos sólo podrían subsistir dos o tres colosos que reinarían, repartiéndose, sin competencia, el mercado de la publicidad.
Pero como la misión de un periódico es informar, y que no seconsidere solamente como un soporte publicitario. aunque nosotros entendemos la publicidad como una forma de información, se debe procurar, que la relación entre los ingresos procedentes de la venta y de la publicidad le permitan sobrevivir cuando como en los momentos actuales, la publicidad acusa un fuerte descenso por la crisis económica o cuando la televisión le hace una terrible competencia publicitaria, como es el caso de España.
Cuando nuestro país va a entrar en la vida democrática. los periódicos deben estar preparados para ofrecer la calidad informativa necesaria, y ese esfuerzo cuesta dinero. El lector debe pagar una parte. Entendemos que el público juzgará a los periódicos por el contenido que les ofrezca y no por su precio de venta, mientras éste sea razonable.
Aunque son las circunstancias españolas las que mandan, nos puede servir de consuelo saber que, aun con esta subida, la prensa española continuará siendo una de las más baratas de Europa Occidental.
Nosotros nos hemos unido a la decisión colectiva de la subida del precio, conscientes de lo desagradable que es pedir este esfuerzo económico a nuestros lectores, pero convencidos de que la medida es justa y necesaria para la prensa en general. Para EL PAIS es el único camino de preservar su independencia y tener capacidad para mejorar nuestro periódico, que es el compromiso que, en nombre de todos los que aquí trabajamos, solemnemente adquiero con nuestros lectores.

domingo, 29 de julio de 2012

ME VOY...Y ME QUEDO

Me voy unos días de vacaciones. Buscaré espacio y tiempo para escribir. Después de publicar mi primera novela, "Tienes que Contarlo", tengo la sensación de que debo darle una continuidad al policía Julián Ortega y a la periodista de sucesos Leire Castelló. Esta última verá en la segunda entrega como cierra  su diario, EL UNIVERSAL, y se buscará la vida para poder seguir denunciando los abusos y la corrupción en la sociedad actual. No le será nada fácil: una ficción como la realidad del periodismo de hoy en día.
Me voy ilusionado porque a la vuelta de unas semanas pondremos en marcha con Ignacio Escolar eldiario.es  un diario digital que llevábamos en la cabeza hace bastante tiempo.
Una docena de accionistas, todos vinculados a los medios de comunicación, creemos que vale la pena contar las cosas que están sucediendo desde la independencia y la solvencia profesional, sin atrincherarnos en siglas o en ideologías, pero comprometiéndonos con los ciudadanos que necesitan conocer la verdad, o por lo menos que le aproximemos a ella con profesionalidad y sin ataduras ni compromisos.
Me voy, también, con la certidumbre de que habrá que seguir esforzándose por resistir y luchar contra las medidas erróneas que están adoptando los políticos de nuestro país que nos están hundiendo cada vez más en el pozo de la recesión  y el desencanto. Soy consciente de que cualquier esfuerzo personal es insuficiente y hasta baldío, pero  se que si no se opone resistencia contra los recortes en los servicios públicos y los aumentos de impuestos que afectan a la mayoría de la población  (los asalariados) nuestros políticos seguirán dinamitando el estado del bienestar de la mayoría de los ciudadanos.
Me voy pero seguiré conectado, atento a este gobierno que ha decidido veranear cerca de la Moncloa para celebrar en agosto varios Consejos de Ministros en los que se pueden tomar graves decisiones. No se dan cuenta de que si no aplican medidas de crecimiento nos van a llevar a la quiebra social en los próximos dos años.
Intentaré irme sin desaparecer para poner mi pequeña e insuficiente oposición al posible recorte de las pensiones o a las subidas abusivas de los servicios imprescindibles.
Me voy y, sin embargo, por primera vez me quedo y no desconecto.

jueves, 19 de julio de 2012

LA ÉTICA DE LOS MEDIOS Y LOS BECARIOS

Me invitaron la semana pasada en la Universalidad de Verano de El Escorial a una mesa redonda sobre los nuevos modelos de comunicación en el marco de un curso cuyo título era Ética, Credibilidad y  Confianza de los medios de comunicación en el siglo XXI.
En el tiempo que estuve pude conocer proyectos interesantes impulsados por periodistas de esos que en el mundo empresarial se llamarían  "emprendedores". Cada vez más el periodismo,  está buscando salidas a través de internet. Suelen ser plataformas que requieren mucho esfuerzo personal  y de dedicación con dificultades de financiación que se solventan en parte a través de aportaciones desinteresadas y masivas convocadas con transparencia a través de la red (crowdfunding).
Proyectos, que van desde el periodismo de datos e investigación hasta nuevos modelos de periodismo ciudadano que permiten interactuar con los contenidos de los artículos y reportajes de los medios convencionales, fueron expuestos en varias sesiones.
Entre los asistentes al curso muchos periodistas jóvenes, free lancers y desempleados que aún mantienen la ilusión por ejercer su profesión y que consideran que la formación es necesaria en este momentos de grave crisis de los medios.
Al acabar el debate de la mesa redonda se me acercó una joven periodista, creo que alemana por su acento aunque hablaba un perfecto español, me dijo que llevaba dos años en España y me pidió si me podía hacer llegar su currículum por mail. Le dije que sí y cuando le estaba comentando  lo difícil que están las cosas para incorporarse a un medio de comuncación, me interrumpió diciéndome: "Sólo pongo una condición, no quisiera pagar por trabajar. Se que me toca ser becaria, pero no quiero volver a pagar en otra empresa de comunicación". 
Me quedé perplejo: ¿habían empresas en este sector que cobraban a los becarios que acogían?
Más tarde, hablando con alguna empresa, pude comprobar que de un tiempo a esta parte esto es cada vez más usual dado que en el plan de Bolonia se establece la consecución de créditos universitarios en función también de las prácticas que  desarollen por los estudiantes.
Momentos antes yo había comentado que la Ética en los medios de comunicación era algo imposibe de per se y que el titular del curso se debería haber enunciado de otra manera, y no por lo que se puede pensar sino porque la Ética es una condición y un valor inherente a las personas y no a los productos, que es lo que son al fin y al cabo los medios de comunicación. Los periodistas son los que con sus valores adquiridos a través de la formación, la familia y amigos, la cultura y las experiencias son capaces de aplicar su talento para transmitir a la sociedad una información veraz y libre de prejuicios. Los medios no pueden tener Ética.
Lo que si pensé, volviendo a la joven periodista alemana, que los que no tenían nada de Ética eran los que la habían empleado en sus medios haciéndole pagar por ello.


 

domingo, 15 de julio de 2012

LOS OTROS

Rescate e intervención son palabras prohibidas en el seno del gobierno. Duelen como duele la verdad más lacerante y ofusca como ciega la luz más pura, pero hemos de concluir que estamos gobernados por gente a la que no votamos y que nuestro destino está en manos de "los otros". Nuestros políticos no solo han perdido la credibilidad, sino que  han perdido la capacidad de gobernar en favor de los otros.
Las graves medidas fiscales que nos han impuesto desde afuera, y que el gobierno ha tenido que acatar e implementar, y a nosotros nos tocará sufrir, no son las últimas que vamos a tener que soportar. Por ello nuestro gobierno es incapaz de planificar y proyectar hacia donde vamos porque eso ya no depende de él, depende de los otros.
Este fin de semana se está trabajando a destajo en las entidades financieras para entregar en pocos días los deberes, que de nuevo nos han puesto los otros, y que consisten en crear un Banco Malo que será asumido por el Estado, es decir por todos los españoles, porque forma parte de las condiciones para la salvación de la banca que nos imponen.
En las próximas semanas habrá que entregar otro paquete de medidas que afectará a las pensiones y a la edad de jubilación que agrandarán el cisma ciudadano con los políticos peligrosamente.
Que nadie dude que de esta crisis nos sacan, o no, los otros, por ello es lógico que ni la oposición ni los que gobiernan puedan exhibir programas ni alternativas. Nada de lo que digan y prometan vale para casi nada.
De hecho la gente se manifiesta ante las sedes de los partidos políticos de aquí cuando deberían acudir a protestar en la de los otros. Los de aquí ya no gobiernan.
Si queremos intuir cuales serán los próximos recortes que nos impondrán  deberíamos leer la prensa europea, donde habla el presidente del Bundesbank, o consultar los editoriales de  las principales cabeceras europeas y norteamericanas  que hablan sobre nosotros. Aquí los medios españoles no pueden hacer otra cosa que reproducirlas con horas de diferencia.
No hay visos de que podamos llevar la iniciativa como país. No tenemos la más mínima capacidad de movimiento; estamos secuestrados por los otros y habremos de pagar un duro rescate si soñamos algún día con recuperar nuestra libertad

viernes, 6 de julio de 2012

LA INDEPENDENCIA DE LOS MEDIOS

El panorama mediático se esta deteriorando aceleradamente. A la situación casi dramática que están viviendo los medios privados, que no ven el final de la caída publicitaria (en torno al 20% en el pasado mes de junio), hay que añadir los preocupantes síntomas del sector público que lleva el camino de politizarse todavía más, si cabe.
Un decretazo del gobierno ha permitido nombrar la cúpula de RTVE  a dedo, y la connivencia entre CIU y PP en Cataluña ha supuesto que el CAC (Consell Audiovisual de Catalunya), ya no sea un organismo independiente que tenía por objeto velar por la libertad de información y controlar que se cumplían las normas de los prestadores de servicios de comunicación tanto públicos como privados.
En este último caso los actuales doce consejeros provenientes del periodismo y los medios de comunicación han sido sustituidos por media docena de políticos en la reserva.
No tiene sentido mantener un CAC que nos cuesta cerca de 6 millones de euros si éste es una extensión de los partidos políticos. Mi consejo es que este nuevo CAC se debería cerrar inmediatamente y sus funciones asumidas por una comisión de diputados a los que ya pagamos un sueldo en el parlamento catalán. Total va a ser lo mismo.
La sensación es que el deterioro económico de los medios en general está llevando a una pérdida de independencia  galopante. La subvención a los medios privados por parte  de muchos gobiernos autonómicos se ha recortado como lo han hecho los presupuestos generales pero, lejos de desaparecer, se están concentrando en los medios afines a los colores de los gobiernos.
No estoy a favor de la subvención indiscriminada de los medios, de hecho estoy en contra de cualquier subvención, sin embargo en los momentos actuales sería deseable que los políticos concentran sus esfuerzos en ayudas al sector como lo vienen haciendo en Austria, Finlandia o Francia, entre otros países europeos, cuyas ayudas a la difusión de los medios de comunicación son consideradas necesarias para la pluralidad informativa y están bajo riguroso control del Parlamento y con máxima transparencia.
Los medios privados están con las finanzas bajo cero y las redacciones se encogen con las regulaciones de empleo, los periodistas ya no tienen cabida ni siquiera en los organismos independientes de regulación de lo audiovisual. Al parecer lo que prima hoy es la figura del financiero y del político y eso ya sabemos como nos está yendo en la gestión global de la crisis.
Al periodismo no se le puede aplicar la misma receta. No se debería.


miércoles, 4 de julio de 2012

UNA NUBE DE AMOR Y UN MAR DE TRABAJO

José Antonio Vazquez Taín, a quien sus amigos llaman Toño, es el juez que ha llevado el caso del robo del Códice Calixtino y quien, conjuntamente con la brigada policial de patrimonio, ha conseguido recuperarlo.
El juez Toño, a quien conocí hace un año en unas jornadas sobre medios de comunicación en la Isla de San Simón, es un juez que transmite empatía y dinamismo. Me estuvo contando que había estado por Mataró en un juzgado de instrucción y que luego en su Galicia natal le había tocado más de una actuación compleja con los narcos organizados.
Intenté sonsacarle sobre el misterio del robo del Códice y no conseguí que ni el Albariño que nos tomamos le hiciera soltarse de la lengua.
Hoy le he felicitado por algo de lo que él estaba convencido que lograría: encontrar el códice y al culpable de su desaparición. Pienso que hasta resulta lógico que lo encontrara, en los tiempos que corren, entre un electricista despedido en un ERE por los responsables del mantenimiento de la Catedral de Santiago. Parece que le cogió ojeriza al Dean que le dejó sin trabajo....eso parece, porque el juez Toño sigue sin soltar prenda.
Solo me ha dicho :"Estoy en plena operación" y luego cuando le he preguntado cómo estaba él y su mujer, una abogada simpática pero dura , de las que no me quisiera encontrar enfrente,y  me ha contestado: "Sigo en una nube de amor y en un mar de trabajo".
¿Y a qué viene lo del juez Toño? Pues que ha sido casualidad que hoy al mediodia debatiera con un amigo periodista sobre la calidad de las instituciones democráticas españolas frente a las inglesas que en cuarenta y ocho horas han sentado en el parlamento a directivos del Barklays para que respondieran de las alteraciones de las tasas del Libor y el Euribor que mejoraban ficticiamente la salud de su banco, mientras a nosotros nos cuesta que un Rodrigo Rato y la cúpula directiva de Bankia, por poner un ejemplo, den una respuesta pública por dejar un banco en puertas de la quiebra y se ha tenido que forzar una querella para que un juez aceptara ver el caso.
Creo que los Toños existen y son un ejemplo de trabajo bien hecho desde las instituciones hacia la sociedad, pero pienso que empiezan a ser excepciones en nuestro país. Aunque sean casos aislados hay que evidenciarlos ante los ciudadanos que no queremos perder la esperanza de que mejore "nuestra calidad democrática".
A lo mejor es cuestión de mucho amor y un mar de trabajo. Se lo podían aplicar muchos.