martes, 7 de octubre de 2014

EL PERIODISMO TAMBIÉN ES DESCONFIAR DEL PODER

La distancia que los periódicos impresos están tomando con sus lectores debería hacer reflexionar a los editores  no solo sobre el tan cacareado  modelo industrial-digital  del negocio, sino sobre el papel de la prensa en relación con los intereses de los ciudadanos y sobre la connivencia con el poder que siempre ha tenido, pero que ahora es más difícil de excusar.
No nos extrañe que a final de este año las ventas de los periódicos se restrinjan a menos de la mitad de lo que eran  hace diez años. Y no es solo la tecnología la que está enterrando las cuentas de explotación de los periódicos impresos, que también, sino los usos y costumbres de un periodismo de palacio por contraposición con el de la calle.
Ya no es de recibo, nunca debió serlo y lo hicimos, que las autoridades (el poder) presidan los actos de los diarios. No hay aniversario, celebración o puesta en marcha de un suplemento o una página web que no cuente con la presencia del gobierno y los políticos a los que se ha invitado. No es que los políticos no puedan asistir a los actos de los diarios, pero no deberían ser los protagonistas de los discursos cerrándolos con los consabidos: "la prensa es más necesaria que nunca para fortalecer la democracia" o "esta iniciativa que hoy ponéis en marcha nos llena de orgullo y satisfacción por la tarea bien hecha y lo que significa de compromiso con los lectores"...
Oí decir a Juan Luis Cebrián, en una entrevista que concedió con ocasión de la puesta en marcha de la web en catalán de El País a la que asistió la vicepresidenta del gobierno, el jefe de la oposición y un sinfín de políticos, que el sistema democrático español está cuestionado y en crisis y que la prensa, que forma parte de él, también lo está en consecuencia. "Los diarios también vivimos en los palacios del sistema, a lo mejor no en las habitaciones, pero sí en los pasillos..."
Se es consciente y se insiste. La contaminación con el poder continúa. Se mide el éxito o fracaso de los actos de los diarios por la cantidad de  autoridades que asisten a ellos. La Razón suele convocar en sus fastos de celebración a todos los expresidentes del gobierno, al presidente y a todo su consejo de ministros, amén de los principales cargos institucionales y apenas compran el diario 75.000 personas cada día y algunos lo hacen por la batidora o las sartenes de regalo. Muchos entendieron, a posteriori, el cese de Pedro J. Ramirez porque al acto en el que pretendía cambiar El Mundo de piel no asistió ninguna autoridad de peso, y si los premios periodísticos del ABC no contaran un día con la presencia de los miembros de la Casa Real parece que ya no tendrían objeto de ser.
Se dirá que eso no es relevante para que dejemos de comprar los diarios, que las causas son más profundas y es verdad, pero si se quiere volver a ganar la confianza de los lectores  yo empezaría por desconfiar de los poderosos.











domingo, 5 de octubre de 2014

LO DE TVE

Tras varias negociaciones entre los bipartidos no hay consenso para nombrar al presidente del consejo de administración de TVE. El nuevo PSOE de Pedro Sánchez parece que quería, antes de pactar un candidato, establecer el  modelo de televisión pública que debemos ver los españoles. El PP no tiene necesidad de un acuerdo, pues para ello cambió la ley en su momento y eso le permite nombrarlo a su libre albedrío.
Con la tele pública no  se juega, es lo que debe pensar el gobierno, que estamos a un tiro de piedra de las elecciones municipales y generales y solo faltaría que ahora se tuviera que negociar los contenidos informativos de la tele que pagamos entre todos los españoles con los presupuestos generales.
Además resulta que las encuestas publicadas recientemente dan al PP un pobre resultado: "No comunicamos bien los logros de este gobierno" dicen algunos dirigentes populares y debe ser por lo que ha dicho,  Julio Somoano, director de informativos de TVE nombrado por el gobierno: "La televisión pública se debe a la sociedad y no a los partidos políticos y sindicatos", afirma el directivo mientras la audiencia de TVE desciende y el consejo de informativos le  acusa de parcialidad en las informaciones.
Hay que poner solución a este modelo de televisión tan neutral e independiente  por el que, según Somoano, jamás ha recibido consignas, presiones  o instrucciones del gobierno para decantar las informaciones a su favor.
Tras la era Zapatero, y con un ERE de por medio, el PP ha colocado a un puñado de mandos estratégicos en TVE para controlar la horda de periodistas que intentan rebelarse contra la manipulación informativa del ENTE. No han podido cambiar la base pero si la altura y sin embargo piensan que el resultado es insuficiente por ineficaz.
Me temo que en los próximos meses hemos de ver una TVE más optimista en la que las raíces vigorosas de Rajoy treparán por los telediarios y se enredarán como la hiedra entre las Mañanas de Mariló y  las tardes de Toñi Moreno, sin olvidar  lo importante que es cocinar la información: para eso está Master Chef.