jueves, 18 de julio de 2013

LA PRENSA EN GUERRA

No deja de ser curioso que una de las cosas que está sacando a flote el  caso Bárcenas y las no explicaciones del presidente Rajoy sea la guerra abierta entre los debilitados periódicos madrileños, que se produce como consecuencia de la toma de partido desigual entre las cabeceras situadas en la misma franja ideológica del gobierno del PP.
Las acusaciones de ABC y La RAZÓN a  Pedro J. Ramirez de EL MUNDO  y la réplica de este diario acusando al periódico de VOCENTO  de connivencia con el gobierno es digna de estudio. La batalla periodística contra la corrupción es tan desigual en los medios que bien pudiera avalar la tesis del editorial del FINANCIAL TIMES ,y de otros medios en el extranjero, que se sorprende de que los españoles ( y también los medios) no sean más  contundentes  e intransigentes con los políticos corruptos, más aún teniendo que soportar la política de recortes y desempleo tan bestial que se nos está aplicando.
La división entre la prensa no es nueva. La acusaciones entre los diarios han cambiado de registro ideológico: lejos quedan los tiempos en que ABC se refería a EL PAÍS como "el diario gubernamental". Ahora es EL MUNDO quien  clasifica  al diario dirigido por Bieito Rubido de esa manera, pero la táctica de Pedro J. Ramirez es otra: quiere mostrarse solitario y exclusivo, necesita estar aislado del conjunto de los diarios y recuperar un protagonismo que le destaque del debilitado pelotón de las cabeceras madrileñas. EL MUNDO tiene para ello a Bárcenas de su lado y ABC y LA RAZÓN a  Rajoy y al PP oficialista. EL PAÍS puede salir beneficiado si el gobierno juega con habilidad esta división entre los medios. Ya se comenta que el gobierno no es ajeno a facilitar la solución de la  refinanciación de PRISA.
Empieza a cuajar la máxima de que es mejor ganarse al enemigo ya que los amigos están totalmente rendidos aunque estén  formalmente enfrentados .

NO ES LO QUE PARECE
https://vimeo.com/70045819

martes, 2 de julio de 2013

EL ÚLTIMO VERANO GRATIS DE LA PRENSA

 Este gobierno nos ha vuelto a subir el precio de la luz ahora que el verano nos trae más horas de sol. También ha aumentado los impuestos sobre el alcohol, pero no el que recae sobre las cervezas y el tinto de verano: quizá sea una buena época para moderar el consumo  de los gin tonics y cuba libres. Hasta el tabaco, que lo han puesto por las nubes, puede ser más prescindible para los que puedan y quieran respirar el aire tórrido de la playa o el fresco de la montaña si consiguen hacer unos días de vacaciones.
 También nos han aliviado el inicio estival con los datos  del paro, que decrece  en 127.000 personas, y con la ayuda de los 1.900 millones para el empleo juvenil que nos darán desde Bruselas. Además los jueces  están empatando  con los temas de la corrupción, encerrando a Bárcenas del PP e imputando a una ex- ministra socialista por los ERE andaluces.
 Todo parece discurrir por un canal controlado y tranquilo. Todo parece estar medido para no hacer más daño que el imprescindible, ni hurgar más de lo necesario sobre la gran herida ulcerada que han dejado los recortes sociales, las preferentes, los desahucios y el empobrecimiento económico y moral de los ciudadanos.
 ¿Todo?
 No señor.
 Sepan ustedes que muchas de estas informaciones y otras más que les brinda gratuitamente en la red la mayoría de la prensa de nuestro país, pueden  pasar a ser  "de pago" a la vuelta del verano. Eso dicen y yo así lo recojo. Dicen que EL PAÍS hizo una macro encuesta preguntando por los gustos periodísticos de sus lectores, pero con la intención de saber cuánto estarían dispuestos a pagar por ellos; que Pedro J. Ramirez   está anunciando en EL MUNDO el advenimiento del nuevo periodismo, la revolución mundial de la información en línea: EL Orbyt-Movistar que nos va a llevar este verano a todas partes por tierra, mar y aire, pagando el billete claro.
Son varios los artículos de opinión y editoriales que nos van avisando hace algún tiempo de que la fiesta con barra libre que organizaron los diarios impresos para sus lectores digitales se acaba. Ya no habrán canapés ni cervezas gratis: Quien quiera solomillo periodístico que lo pague, y a quien desee probar  solo un platillo se le ofrecerá una tapa.
Y al parecer todo ello cocinado con menos ingredientes: no se descartan nuevos ajustes en las redacciones y en los salarios de los periodistas, porque  los números siguen sin salir aunque se pague la entrada a la nueva fiesta de los diarios: La caída de ventas de los periódicos este año es de un 13%, la de la publicidad un 19% y la de sus ediciones digitales solo crece un 3%.
 Este verano puede ser el último del gratis total para la información en las grandes cabeceras españolas.  A la vuelta algunos editores-financieros a lo mejor tienen que apagar la luz de sus empresas y no porque está haya subido de precio, que lo ha hecho.