Esta crisis
sanitaria le está dando duro a todos los medios de comunicación pero en
especial a los diarios impresos. Las ventas de ejemplares en los kioscos han
caído un 40% de media y la publicidad ha desaparecido de sus páginas. Era la
puntilla que le faltaba al agonizante sector
de las cabeceras de papel que han
visto descender sus ventas año tras año.
A algunos les
coge en el peor momento: justo cuando habían tomado la decisión de
poner muros de pago en sus ediciones digitales para compensar la caída de
ingresos han tenido que postergar esa decisión, como es el caso de EL PAÍS.
La mayoría de
kioscos siguen abiertos en este estado de “Alerta” decretado por el gobierno,
apenas ha cerrado un 15% según la AMI, pero la gente no nos acercamos a ellos
si no nos va de paso para comprar el pan o a la farmacia .
La distribución y venta de la prensa se considera “esencial” por este gobierno, pero no lo es para la mayoría de españoles.
La distribución y venta de la prensa se considera “esencial” por este gobierno, pero no lo es para la mayoría de españoles.
La
alternativa a la información impresa era ya la digital y ahora la tendencia se ha
multiplicado exponencialmente. Las audiencias de los medios digitales se
disparan como nunca y sin embargo la mayoría no tienen capacidad de
monetizarla, más aún cuando la mayoría de anunciantes se han batido en retirada
porque desde hoy no pueden fabricar ni
vender sus productos.
Las
consecuencias de esta hecatombe para la prensa de papel van a ser terribles. De
nuevo lo pagarán los periodistas que perderán sus puestos de trabajo y la
información se resentirá en calidad. En muchos grupos de prensa el contagio
entre redacciones analógicas y digitales es un hecho, algunas empresas ya las
tienen unidas, a menos de un metro de distancia, y la transmisión de las
decisiones de ajustes y recortes les afectará por igual. La vacuna del pago por
contenidos digitales llegará tarde y con demasiadas victimas en el camino. La prensa de papel ya tenía patologías graves
y está en la UCI , pero la digital puede contaminarse con facilidad .
Me sorprende
que cuando se pide ayudas al gobierno para afrontar esta crisis de los
periódicos solo se hable de créditos blandos, apoyo de la publicidad
institucional y subvenciones, cuando el IVA de los medios digitales sigue
siendo el más alto. Con un IVA reducido las suscripciones a los medios
digitales aliviarían las cuentas de estos y permitirían que crecieran a un
precio más económico para el lector. A veces da la sensación que los editores
de prensa se agarran al papel con todas sus fuerzas y no se dan cuenta de que
el papel ya no lo aguanta todo.