LA NEVADA CATALANA TAMBIEN PARALIZÓ ALOS PERIODICOS

La nieve apareció el lunes de repente cubriendo Catalunya de blanco. Los meteorologos lo habían anunciado. Estábamos en alerta de algún color, creo que naranja. Las previsiones de las autoridades no midieron el caos que se apoderó de la capital, Barcelona, ni los aislamientos, cortes de carreteras y suministros de luz que se producían en Girona y sus alrededores. Se acaba la semana y decenas de miles de personas siguen sin luz. Hace escasas horas aún estaban bloqueadas algunas carreteras locales. Las torres de electricidad de ENDESA siguen dobladas sobre los campos y montículos. Centenares de grupos electrógenos intentan paliar la dificultad de restaurar la normalidad. Las pérdidas económicas son importantes.

Volvamos a ese lunes por la mañana. Estamos, supongamos , en la redacción de un periódico y en la emisora de una radio de Barcelona.
En el periódico se decide a media tarde (ha comenzado a nevar fuerte hacia las tres de la tarde) que la nevada va como tema del día. Reunión de la sección de local y de política. Se envía un redactor a la rueda de prensa de la consellería de interior. El responsable del departamento está en un acto público en Mallorca. En la isla no nieva. No hay buena información. Más bien no hay información del tamaño del desastre. Continúa nevando. Ha caído una torre de ENDESA sobre la autopista Barcelona-Girona. La gente queda atrapada en sus coches. El periódico lo sabe por la emisora de radio. La gente llama desde sus móviles. Ni la máquina quitanieves ni los técnicos de ENDESA pueden llegar a la zona dónde yace tendido el cable de alta tensión.
En el periódico se preguntan que si una autopista está cerrada que estará pasando con las redes secundarías. Barcelona ya acumula diez centimetros en algunas vías de la parte alta de la ciudad. Desaparecn los táxis, los autobuses , los ferrocarriles de la generalitat se interrumpen... Los padres agustiados no llegan a buscar a sus hijos al colegio.
El jefe de sección manda un par de fotógrafos y un par de redactores a pasear por la ciudad. Pasan las horas y la emisora de radio ya está dando testimonios de los ciudadanos que se encuentran indefensos e impotentes , sin luz, ni calefacción, aislados. Los testimonios sirven para preguntar al segundo de interior por la situación. Este da la sensación de saber muy poco sobre cómo y cuando podrá restablecerse la normalidad. Cae la noche . Sigue nevando.
La página de internet del periódico sigue con varias fotos colgadas de la nevada en la parte alta de la ciudad . Fotos preciosas de niños lanzándose bolas de nieve , bancos de parques tapizados de blanco, árboles navideños. Hasta que llegan fotos de agencia que transforman la realidad de la dura nevada.
La radio ya ha empezado a transmitir mensajes y consejos a los automovilistas atrapados.
El de interior sigue diciendo que se hace todo lo posible y que están en permanente contacto con la compañía eléctrica responsable.
Antes de cerrar la edición del periódico ya se barrunta que la gestión del gobierno de la Generalitat ha sido un verdadero desastre. Al día siguiente todavía no se publicará el alcance de las no medidas de prevención tomadas. Tampoco se hablará de la responsabilidad de la compañía eléctrica, ni del grave problema de infraestructuras que en la red eléctrica tiene Catalunya y que pondrá en evidencia en los siguientes días que tenemos un gobierno tres veces descoordinado y con criterios diferentes.
Fue una vergüenza que ni la página web municipal de Barcelona diera información puntúal e instantánea. Una verguenza que estén miles de ciudadanos una semana entera sin luz, Una vergüenza, también que la prensa no haya reaccionado a tiempo y con contundencia informando con imparcialidad, pero con la dureza que le exige el ciudadano.
En estas situaciones es cuando el papel de los diarios puede llevarles a reconciliarse con la sociedad, pero , claro, para ello hay que huir de los servilismos al poder político y a los de una compañía eléctrica que gasta proporcionalmente más dinero en patrocinar los coleccionables y hasta las secciones informativas de los diarios que en mantener la red eléctrica en condiciones.
Para mañana un periódico de la ciudad anuncia un especial por sólo 1,50 euros del albúm de fotos de la nevada. Hubiera sido mejor que no se lo cobraran al público y que en este caso si viniera patrocinado por ENDESA y la GENERALITAT. El ciudadano ya ha pagado bastante la nevada de esta semana.
Para los periódicos no vale reaccionar tarde y con seguidismo. Una nevada como la de Catalunya
trastoca todo, pero sirve para poner en evidencia como funcionan todas las instituciones y empresas de servicio público de un país, incluidos los diarios.
Aunque sólo sea por eso ,bienvenida esta nevada que ha sido incapaz de cubrir las ineficiencias de todos ellos. Ojalá sirva de reflexión para que no vuelva a pasar.