Los periódicos
nacionales llegan extenuados al verano. Las caídas de difusión de los medios
impresos son alarmantes y harán más insostenibles, si cabe, a corto plazo la
cuenta de resultados de las empresas periodísticas. La crisis de ventas alcanza
a los deportivos y económicos en el mismo grado. Solo hay una pequeña tregua en
la caída de los ingresos publicitarios que ya es el 30% de la facturación de
hace diez años.
Sin duda que el
otoño mediático será duro para los medios tradicionales, aunque por el
contrario veremos crecer los ingresos del duopolio televisivo hasta cifras
record, seguiremos hablando cada mes de la, tan cacareada como exenta de rigor
empresarial, fusión de grupos
periodísticos (Vocento y Unidad
Editorial).
Acabará “muriendo”
algún periódico económico. Lo hará lentamente: los diarios suelen mantenerse
con respiración asistida largo tiempo, pero finalmente también mueren, a veces
en manos de terceros que tienen “otros” intereses.
En el cuarto de
máquinas de los viejos buques periodísticos se trabaja a destajo para alimentar
los motores digitales con la esperanza de que puedan en breve propulsar la
pesada nave ¿Llegarán a tiempo o seguirán navegando a la deriva?
Por el contrario
nacerá un nuevo nativo digital, no muy ligero de carga, El Español de Pedro J
Ramírez; continuará surcando los mares sin problemas El Confidencial, que incluso
tantea su valor económico con posibles inversores, y celebrará los tres años de
vida eldiario.es de Ignacio Escolar con buena salud y siendo el segundo diario nativo digital de
nuestro país con cinco millones de
lectores y con un salto cualitativo y cuantitativo en medios técnicos y humanos programado para el último
cuatrimestre.
Los “modelos
económicos” para gestionar la información periodística son diferentes en todos
los casos. La empresa periodística convencional sigue endeudada con los bancos
y sometida a accionistas que tienen que ver más con el lobby financiero que con
el sector de la información y, junto con
las televisiones, juegan en el mercado bursátil.
Los nativos
digitales operan con mayor trasparencia, se sabe quién está detrás de las
empresas editoras. En el caso de eldiario.es son los periodistas los
propietarios mayoritarios y “los socios” que lo sostienen lo hacen únicamente
por que quieren que les llegue una información libre y sin compromisos con
terceros, no buscan dividendos en la bolsa.
Los viejos medios
tienen mucho mayor poder económico que los nuevos medios, pero ese mismo poder
les supone tal lastre de independencia que les puede llevar al hundimiento. Los
nuevos medios tienen una carga ligera y son capaces de navegar con mayor
velocidad al rumbo de los lectores.
Por último algunos
medios públicos cambiarán de gestores este otoño producto del cambio electoral
producido en las elecciones autonómicas y municipales, y los gestores de RTVE
se dejarán la piel por defender al gobierno del PP ante las elecciones
generales que se avecinan. En Catalunya me temo que se orientarán hacia la
“Independencia”, pero no precisamente la
de la información.
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