EL RENACER DE LA MARCA PERIODISTICA

New York Times, Washington Post y Wall Street Journal han mejorado sus resultados económicos en 2009. La explicación viene dada , de una parte , por haber acometido una sensible rebaja en sus costes , que ya se inició en 2008, y de otra por una ligera recuperación de la publicidad en el último trimestre del año pasado.
Los grandes diarios norteamericanos parecen también empezar a monetizar los recursos periodísticos invertidos en internet y están adaptando rápidamente sus contenidos a los nuevos dispositivos electrónicos que fabrican sus paisanos tecnológicos.
Este hecho ha supuesto una redistribución de tareas en las redacciones que está configurando una nueva organización en las empresas periodísticas, pero, sobre todo, no están escatimando recursos para crear equipos de directivos y periodistas que se vuelcan en la distribución de la información por todos los medios técnicos al alcance.
La marca se convierte en prescriptora de la información sea cual sea el medio por la que ésta se transmite y los periódicos americanos lo tienen claro y lo han hecho bien.
Creo que a partir de ahora hablaremos del renacimiento de las cabeceras de los diarios e incluso del gran futuro que éstos tienen. En poco tiempo podrían pasar de moribundos a saludables, pero no deberíamos olvidar que por el camino más de un centenar de ellos en EEUU están bien muertos y enterrados.
La marca por si sola no es suficiente, pero si ésta se adapta a la nueva situación económica y social y se extiende con criterio tiene garantizada larga vida.
Es tan obvia esta reflexión que no dudo que las grandes marcas periodísticas de España sigan la estela de sus colegas americanos y apliquen similares recetas .
También es posible que algunos lleguen tarde y no tengan tiempo ni recursos para sobrevivir . Aquí en nuestro país todo llega tarde. La recuperación publicitaria , de la que viven los medios, llegará más tarde justo cuando el consumo se empiece a reactivar y cuando esto se dé llegará la explosión de los nuevos aparatos tipo IPAD que estarán rodados un año antes en América.
Cada vez adoptamos las nuevas tecnologías con mayor naturalidad y rapidez y somos capaces de sustituir y prescindir de las herramientas que utilizábamos toda la vida y formaban parte de nuestra costumbre.
No debe preocuparnos esos cambios de hábitos si las marcas periodísticas se preparan para la recuperación que viene. Yo no me preocupé cuando ayer en la sala de espera de un aeropuerto contabilicé unas 60 personas de las cuales más de la mitad estaban manejando un móvil o un ordenador portátil mientras tres o cuatro leían un periódico y un par sostenían un libro.
Quise pensar que como era un aeropuerto pequeño y no disponía de prensa la mayoría se habría conectado a las marcas informativas.