José Antonio Sánchez, presidente de RTVE, compareció en la comisión mixta de control parlamentario de la tele pública para contar una gran verdad y una gran mentira. La verdad es que se declaró votante del Partido Popular y enemigo de la Izquierda Plural; la mentira es que TVE bajó de audiencia en la época socialista y que tal rémora es imposible de remontar en cuatro años de gestión televisiva del partido al que vota y “seguirá votando”.
Por mí el señor
Sánchez puede votar a quien le salga del mando de su intelecto, pero no debería
falsear las audiencias que están archivadas en la página web de la empresa que
las mide, Kantarmedia,
Para no andar con
importantes matices de las diferentes cadenas de TV, incluidas las TDTs que fueron
anuladas por el Supremo, diré que en 2011, cuando llega el partido de Sánchez
al gobierno, la 1 de TVE era líder de
audiencia con un 14,5 del Share, frente al 14,2 y el 11,5 de T5 y A3
respectivamente.
Hoy la 1 de TVE roza
el 10% del Share y es la última de las tres cadenas generalistas. Además en
2013 se consiguió otro hito de la época Popular y es el de perder el liderazgo en la audiencia de los informativos, tras 65 meses siendo los más vistos.
No es de extrañar
que, ahora que vienen épocas duras para el partido del presidente de RTVE, se
ponga las pilas para remontar, quizá, lo irremontable. Ya no se puede permitir,
incluso, que los amigos como Buruaga lastren la audiencia global con un 6,5% de
Share, así de claro. Todo ello, además, con el presidente de su partido,
Mariano Rajoy, quejándose de las “otras” televisiones que no juegan a favor de
sus intereses políticos como él quisiera y solo "martillean con la corrupción".
Hay que correr para
ganarse la audiencia y, claro, no le da tiempo de corregir la caída y el presidente
(el de RTVE) se justifica con que con este modelo de financiación no se puede
hacer una televisión de calidad. Sin embargo se hizo en 2010 con el mismo
modelo, y en cualquier caso el presidente (el del PP) lo podía haber cambiado,
pues para eso tenía la sartén absoluta por el mango. Bien ha nombrado y desnombrado a su antojo a los cargos de gestión y de informativos.
En cualquier caso
mientras haya gobiernos que impongan a los máximos gestores de la televisión
pública por sus afinidades políticas y gestores que orienten la información en
beneficio del partido al que votan,y seguirán votando, no esperemos que TVE
remonte nada, más al contrario irán perdiendo la credibilidad por las costuras
y la audiencia por los pantalones.
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