jueves, 21 de febrero de 2013

PLANES DE EFICIENCIA PERIODÍSTICOS(I)

Nos estamos acostumbrando a llamar planes de eficiencia a los despidos masivos, a los recortes salariales, a la privatización de lo público y a la reducción de las inversiones. Si la eficiencia es emplear los mejores métodos para lograr un fin u objetivo, habría que entender, en general, que la meta y destino que se quiere alcanzar es el del empobrecimiento general y hasta el propio de las empresas y ciudadanos.
Es cierto que eficiencia no es siempre sinónimo de eficacia y que quienes practican la primera no están consiguiendo la segunda.
Veamos qué pasa en el mundo de las empresas periodísticas. En los últimos años, con la crisis publicitaria y de ventas, se habrán despedido a cinco o seis mil periodistas, los diarios habrán recortado sus tiradas en más de un 30%, las televisiones han externalizado otro 30% ciento de su plantilla y todos los medios, en general, han reducido los salarios entre un 10 y un 15%. Nadie, por supuesto, invierte en nuevas contrataciones y si lo hace es para incorporar becarios a bajo precio y con contratos paupérrimos.
La desorientación en el sector es considerable. Los planes de eficiencia se solapan con nuevos planes de eficiencia; aunque estos no dan sus frutos hay que persistir en ellos a pesar de que se ahonde más en la brecha de la ineficacia: Es un problema del mercado, dicen.
No hay rentabilidad cuando los ingresos vuelven  a caer un 20% este año en los medios de comunicación:"No sabemos adónde nos va a llevar esto", insisten en decir.
La incertidumbre lleva a poner el piloto automático en dirección desconocida. Nada se controla, porque existe la sensación de que todo es susceptible de empeorar  más todavía.
La propia reforma laboral nos encamina hacia ese rumbo: Si crees que vas a ir peor puedes acogerte a un expediente de regulación de empleo que resulta económico.
La espiral es interminable  y parece infinita: desempleo, falta de recursos para consumir, pocas inversiones para producir, descenso de ventas y vuelta al desempleo.
Es fácil verlo y sobre todo decirlo desde aquí. Habría que estar en la piel de los directivos que elaboran los planes de eficiencia de los medios de comunicación o de otras empresas. Es cierto que el gobierno ha puesto, en sus normas, más pistas de aterrizaje para que mengüe la actividad que para que se desarrolle, y esto alimenta un futuro desolador también para los medios.
Un 20% en la caída de publicidad de un periódico de tamaño medio equivale al salario de toda su redacción. ¿Alguién imagina que para ser eficiente se debería prescindir de todos los periodistas? 
A lo mejor es un tema de enfoque: Los periodistas son los que consiguen, con su trabajo, que se vendan los periódicos. Si partimos de esa premisa quizás estemos en condiciones de elaborar un plan de eficiencia desde un ángulo bien diferente y con otros  objetivos que tengan algo más de futuro.
Persistiré en ello.



lunes, 18 de febrero de 2013

PRENSA Y CORRUPCIÓN

Algunos diarios españoles han pasado en los últimos días a llevar en  sus portadas dos y tres temas sobre la corrupción. Suelen compartir la primera página la Casa Real y Urdangarín,  los partidos políticos, con el caso Bárcenas al frente, seguido de las presuntas corruptelas de CIU y las del PSOE.
Da la sensación—me temo que es una realidad— que, desde el Tribunal Supremo con el caso Divar, la monarquía, los partidos políticos, alcaldes y banqueros, hay muy pocas instituciones que no estén salpicadas por personajes corruptos.
No se debe generalizar, pero el panorama es muy lamentable. Es cierto que si salen estos asuntos es porque dentro de la Justicia hay buenos  e íntegros profesionales que están dispuestos a que se cumplan las leyes, a pesar de la opacidad con que se envuelven todos estos turbios asuntos.
Estamos ante una grave situación en la que el periodismo adquiere, de nuevo, gran importancia:
Airear y contar los asuntos de corrupción es una obligación de la prensa aunque eso lleve a poner patas arriba a las instituciones democráticas. No es responsabilidad de los periodistas que, al  informar verazmente y con los medios a su alcance,  tenga que revisarse  lo más esencial de nuestro sistema político que ha sido torpedeado por algunos indeseables, ya estén vinculados a la monarquía,  a la política o a las finanzas.
La imagen que damos fuera de España no es peor que la que tenemos los de  aquí dentro. Los de fuera nos critican  y los de dentro sufrimos a los corruptos mientras se desangran muchos de  los derechos sociales que habíamos conquistado.
La imagen interna es la de que no hay unidad ni voluntad de los gobernantes y de los partidos políticos para atajar la corrupción. Es desolador. Como lo es la actitud de algunos diarios que en sus portadas esconden la información sobre la corrupción en función de sus intereses partidistas.
!Transparencia en el gobierno y en las instituciones y transparencia en algunos medios! Ya se que es mucho pedir cuando está de moda cercenarlo todo.

jueves, 7 de febrero de 2013

GOOGLE NO PAGARÁ A LOS EDITORES


Me ha extrañado que GOOGLE hubiese cerrado un acuerdo con los editores franceses mediante el que “se compromete a pagar a los diarios 60 millones de euros durante tres años  a cambio de utilizar sus contenidos”. Entrecomillo, porque ese es el denominador común de los titulares que he leído.
Y me ha sorprendido por dos razones: la primera porque la firma se haya llevado a cabo entre el presidente francés Hollande y el presidente de GOOGLE Eric Schmidt; y  la segunda porque no entra en la estrategia del buscador el “pagar por los contenidos” de los medios.
Es cierto que la empresa GOOGLE, que tiene un negocio publicitario en Francia cercano a los 1.000 millones de euros, ha estado presionada por Hollande para imponerle una tasa por las búsquedas,  dado que los impuestos que liquida son mínimos porque factura sus operaciones europeas desde Irlanda con una tarifa de impùestos reducida. Pero de ahí que el presidente de un país se erija en salvador de los diarios resulta extraño más allá de la independencia que la prensa ha de tener de los políticos.
Profundizando en el asunto, parece ser que las cosas no son tal y como se han vendido en los titulares que he leído en la prensa de nuestro país.
Al parecer el acuerdo tiene dos vertientes:
1: La creación de un fondo de 60 millones de euros por tres años, que sería una extensión del  fundado en 2011 a través  del CULTURAL INSTITUTE de GOOGLE en París, gestionado por un comité en el que participarían, entre otros, ingenieros de GOOGLE y representantes de los editores,  y que se destinarán a proyectos seleccionados por este comité que vayan en la línea de digitalización de contenidos analógicos. Es decir, más contenido a indexar por GOOGLE, y no es cierto que se pague un euro directo a los editores a cambio de los contenidos que se seguirán enlazando gartuitamente en Google News y en el buscador.
2.- Un acuerdo comercial en el que los editores se comprometen a utilizar las herramientas de GOOGLE , tipo AdSense , Mobile, etc. para  optimizar y dinamizar las ventas de publicidad de la prensa.
En ningún caso el buscador va a pagar por enlazar los contenidos de los diarios. De  otra parte, GOOGLE calcula que gracias a su herramienta  el año pasado los diarios recibieron ingresos por más de 7.000 millones de dólares en todo el mundo, generando más de 6.000 millones de clicks por mes que, en lenguaje de GOOGLE, significa 100.000 oportunidades de negocio por minuto. Eso es lo que la empresa de California está dispuesta a potenciar con los editores que se quieran sentar a su mesa : Negocio para todos, incluida GOOGLE. Pero que no esperen los editores que les pague la factura de la reconversión de la prensa. Eso es cosa de los editores y del mercado.
Si la prensa antepone los derechos de propiedad intelectual por los enlaces, (resueltos en EEUU y en algún país europeo a favor de GOOGLE), los editores tienen la opción de “desconectarse” del todo o parcialmente. El “Robot” permite hacerlo, pero hoy en día los editores saldrían perdiendo…. (continuará)




viernes, 1 de febrero de 2013

EL PP CONTRA LOS MEDIOS

"Mal rollo " este de las querellas contra los medios por parte de los políticos. La querella de Aznar contra EL PAÍS y la anunciada de Cospedal, Arenas y otros por las informaciones difundidas estos días sobre "los sobres" que supuestamente percibían y que, al parecer, provenían de donativos de empresarios de la construcción y otros sectores, es poco edificante.
Lo es porque aún es la hora de que hayan mostrado prueba en contrario de lo que los medios de comunicación han aireado. Lo es porque los ciudadanos creemos más a la prensa que a los políticos.
La corrupción invade la política aunque ésta solo esté contaminada, de momento y que se sepa, por un porcentaje exiguo de los políticos. La invade de tal manera que estamos desarmados ante los poderosos que nos exigen esfuerzos y se muestran incapaces de solucionar los problemas más elementales.
Recuerdo cuando  el Grupo de comunicación que edita EL PAÍS, en tiempos del gobierno de Aznar, fue objeto de una persecución judicial de "los amigos del presidente" por los derechos del futbol y los "descodificadores del Canal Plus". Cualquier excusa era válida para arremeter contra un medio que le era hostil al presidente Aznar. Recuerdo, también, las amenazas de Miguel Angel Rodriguez, mano derecha de Aznar, contra Grupo Zeta por aliarse en la plataforma digital del televisión con Jesús de Polanco, editor de EL PAÍS.
Me viene a la memoria una época que creía pasada, olvidada y enterrada. Una época en que no había tampoco explicaciones, el rodillo de la mayoría  absoluta era suficiente para legislar a capricho contra los que eran considerados enemigos.
Me preocupa que, en aquel tiempo los medios de comunicación, eran sólidos económicamente y que hoy en día están sufriendo una crisis sin precedentes. Necesitamos una prensa fuerte para contrarrestar los desmanes de unos pocos, pero poderosos.
Sería deseable que, lo mismo que la mayoría de medios de comunicación están exigiendo que el presidente del gobierno de la cara y explique qué está pasando en el partido que nos gobierna, éstos se unieran frente al rodillo de ese poder rancio y trasnochado que solo quiere acabar con el mensajero en lugar de dar las explicaciones que se merecen los ciudadanos.
Tendrá todo su derecho, el señor Aznar y los del PP, en querellarse contra un medio, pero tiene muy poca legitimidad en hacerlo en base a su pasado. y en cómo están actuando hoy. Mejor que primero rebatan las informaciones con pruebas. Eso es lo que EXIGIMOS los ciudadanos.