martes, 2 de julio de 2013

EL ÚLTIMO VERANO GRATIS DE LA PRENSA

 Este gobierno nos ha vuelto a subir el precio de la luz ahora que el verano nos trae más horas de sol. También ha aumentado los impuestos sobre el alcohol, pero no el que recae sobre las cervezas y el tinto de verano: quizá sea una buena época para moderar el consumo  de los gin tonics y cuba libres. Hasta el tabaco, que lo han puesto por las nubes, puede ser más prescindible para los que puedan y quieran respirar el aire tórrido de la playa o el fresco de la montaña si consiguen hacer unos días de vacaciones.
 También nos han aliviado el inicio estival con los datos  del paro, que decrece  en 127.000 personas, y con la ayuda de los 1.900 millones para el empleo juvenil que nos darán desde Bruselas. Además los jueces  están empatando  con los temas de la corrupción, encerrando a Bárcenas del PP e imputando a una ex- ministra socialista por los ERE andaluces.
 Todo parece discurrir por un canal controlado y tranquilo. Todo parece estar medido para no hacer más daño que el imprescindible, ni hurgar más de lo necesario sobre la gran herida ulcerada que han dejado los recortes sociales, las preferentes, los desahucios y el empobrecimiento económico y moral de los ciudadanos.
 ¿Todo?
 No señor.
 Sepan ustedes que muchas de estas informaciones y otras más que les brinda gratuitamente en la red la mayoría de la prensa de nuestro país, pueden  pasar a ser  "de pago" a la vuelta del verano. Eso dicen y yo así lo recojo. Dicen que EL PAÍS hizo una macro encuesta preguntando por los gustos periodísticos de sus lectores, pero con la intención de saber cuánto estarían dispuestos a pagar por ellos; que Pedro J. Ramirez   está anunciando en EL MUNDO el advenimiento del nuevo periodismo, la revolución mundial de la información en línea: EL Orbyt-Movistar que nos va a llevar este verano a todas partes por tierra, mar y aire, pagando el billete claro.
Son varios los artículos de opinión y editoriales que nos van avisando hace algún tiempo de que la fiesta con barra libre que organizaron los diarios impresos para sus lectores digitales se acaba. Ya no habrán canapés ni cervezas gratis: Quien quiera solomillo periodístico que lo pague, y a quien desee probar  solo un platillo se le ofrecerá una tapa.
Y al parecer todo ello cocinado con menos ingredientes: no se descartan nuevos ajustes en las redacciones y en los salarios de los periodistas, porque  los números siguen sin salir aunque se pague la entrada a la nueva fiesta de los diarios: La caída de ventas de los periódicos este año es de un 13%, la de la publicidad un 19% y la de sus ediciones digitales solo crece un 3%.
 Este verano puede ser el último del gratis total para la información en las grandes cabeceras españolas.  A la vuelta algunos editores-financieros a lo mejor tienen que apagar la luz de sus empresas y no porque está haya subido de precio, que lo ha hecho.


1 comentario:

Sancho Ramirez de Aragón dijo...

Esta es cuestión para un tesís doctoral.Y para mucho más que una reseña.De entrada ¿porqué deberian ser diferentes las editoras de diarios del resto de empresas de cualquier índole en cuanto su disminución de cifra de negocio?Si todos los demas gremios han visto recortes salariales y ERES,¿cómo va a ser diferente para los trabajadores de la prensa?.
A mi entre el Heraldo de Aragón y el Marca me cuesta mensualmente más de 70 euros.
Pertenezco a una generación devoradora de diarios(hecho a fomentar desde la escuela)y no tengo otros gastos.Pero otros optan por una consulta rapida a los digitales,y otros a los gratuitos.
Y en este ultimo renglón tenemos empresarios que rozan la genialidad.He de reconocer mi ignorancia y por eso no soy editor.
Todos estos años no ha dejado de sorprenderme que a primera hora de la mañana,al lado del quiosco que está junto a la boca del metro, se repartiese a la multitud que entraba,un diario gratuito,cuyo editor tenía a la venta periódicos en el citado quiosco.
Obvio es decir que los gratuitos se agotaban(incluso en la panaderia ) y que al final de la tarde quedaban un palmo de ejemplares sin vender en el quiosco.
Es como si tienes un bar de tapas y a la entrada regalas bocadillos a todos los que pasan por alli.
Y es sabido que cuando la oferta es gratuita la demanda es infinita.
Por lo que tocará dar nueva perspectiva a las empresas editoriales para acomodarlas a los nuevos tiempos.Creo que tienen futuro y rentabilidad en el mismo,pero deben de ser inteligentes.
En cuanto a los digitales si piensan cobrar a los nevegantes de internet que entran a dar una ojeada,van dados.Aqui el concepto de lo gratuito está muy extendido(por cierto la idea del primer diario gratuito se la oí al gran Dario Gimenez de Cisneros).
Ya pueden hacer como en los tiempos de la UCD de Barcelona,que el ultimo apague la luz y le dé la llave al conserje de la porteria.