sábado, 28 de junio de 2014

LOS 200 DE QUÉ LEER

Que en los tiempos de crisis en  que vivimos la cultura se ejerce desde la trinchera y con el fuego enemigo del gobierno sin dar respiro para asomar la cabeza, es una realidad flagrante. Por eso cuando la humilde  e imprescindible revista  Qué Leer aguanta 200 números, mes tras mes acercándonos al mundo de las novedades editoriales me parece digno de celebrar.
Qué Leer fue editada por Hachette Filipacchi hasta finales de 2008 y la vendió al pequeño grupo catalán MC ediciones de José Cadena, que aglutinaba entonces casi un centenar de revistas de desigual tirada. La crisis publicitaria obligó a la editorial catalana a presentar concurso de acreedores en enero de 2010 y  conllevó duros ajustes de personal sobre los que  ya  había hecho Hachette.  Poco más tarde la americana Hearst Corporation acabó engullendo a la división española de la multinacional francesa. El pequeño reducto cultural de Qué Leer se veía amenazado de muerte y, aunque malherido, supo mantenerse a flote.
Y en este caso, que viví de cerca, me parece justo destacar la lucha sin fallecer de su director Toni Iturbe y de su redactor jefe Milo J. Kimpotic´. Ambos son el pilar de la revista; ellos y una veintena de colaboradores que creyeron que a pesar de los recortes y la falta de medios valía la pena hacer un esfuerzo por seguir adelante.
Amar a los libros y a la cultura en general es algo que parece  elemental y, sin embargo,  es un sentimiento que se reproduce en contados colectivos de nuestra sociedad. El libro se está maltratando a base de saquearlo con la piratería y, en su versión digital, sometiéndolo al IVA más alto.  Se trata de un problema de educación, seguro, pero también de la nula voluntad del gobierno de apoyar la cultura.
Desde la trinchera de Qué Leer, Toni, Milo y sus colaboradores están librando una batalla por reivindicar lo básico, que en nuestra sociedad actual se ha convertido en una tarea heroica.
Deberíamos apoyarles en los 200 próximos meses. Por nosotros y por los libros.


lunes, 16 de junio de 2014

PERIODISTAS Y CIUDADANOS

Han aparecido varios estudios y encuestas estos días sobre la situación de los medios de comunicación de nuestro país  y de los periodistas que trabajan en  ellos. Me centraré en dos:  el estudio sobre la profesión periodística de junio de 2014  ,que se ha elaborado con preguntas a 120 periodistas de diferentes medios y el Digital News Report de 2014 divulgado por el Reuters Institute de la Universidad de Oxford, en el que ha colaborado la Universidad de Navarra. (En este último se han realizado 19.000 entrevistas a ciudadanos de todo el mundo y 2.000 en España) ver página 32 del enlace para el caso español.

La conclusión de la encuesta a los periodistas:

1.- Cada vez tiene menos influencia  el periodismo que se practica sobre el poder político y económico,  (Nada menos que un 66% de los periodistas encuestados creen que han perdido poder, crédito e independencia en los últimos años). Consideran que la influencia ha menguado en especial la de la prensa escrita y la de  las agencias.
2.-La causa de esta pérdida de contrapoder la achacan a la dependencia económica de los medios, al uso de las redes sociales para informarse y a la precariedad laboral del periodista.
3.-Más de la mitad de los periodistas creen que su libertad para ejercer la profesión ha disminuido. Opinan que solo en los medios digitales (61% de los encuestados) se ha aumentado o mantenido la libertad periodística.
4.-Las nuevas tecnologías se ven por la mayoría de los periodistas como una oportunidad y no como una amenaza.
5.- El papel de las redes sociales se considera cada vez más relevante para desempeñar el trabajo periodístico. Destaca Twitter con la valoración más alta entre los profesionales de la información.
6.- Los periodistas se informan por igual por los medios on line convencionales, que por los nativos digitales. (un 66% y un 56% respectivamente los utilizan varias veces al día)
7.-Creen que la información económica se ha incrementado y que lo que han publicado sobre ello poco o nada ha influido sobre la crisis: se consideran neutrales.

La conclusión de la encuesta a los ciudadanos:

1.-Entre las Top Brands  on line (marcas on line) por las que se informan semanalmente los  españoles ya hay dos que son de medios nativos digitales:  eldiario.es (8%) y elconfidencial.com (9%) . El País.com con un 31% sigue siendo el líder.
2.-Los cinco primeros medios offline por los que se informan los españoles son cadenas de televisión.
3.-El uso de las redes sociales para informarse es cada vez mayor (46%) .
4.- Un 22% usa el teléfono móvil para informarse de las noticias y un 9% la tableta. El ordenador con el 68% sigue siendo el más usado para leer las noticias.
5.- En España, a diferencia de otros países, el periodista tiene más atractivo que la marca. Un 60% dice sentirse más atraído por la identidad del periodista que por las marcas informativas (55%).
6.-Solo un 8,5% declara haber comprado noticias por Internet el último año.

Esas son algunas de las cosas que me parecen destacables de ambos estudios. Eso y que los lectores se llevan peor con los medios que con algunos de sus periodistas. Hay futuro para el periodismo y quizá no lo haya para algunos medios.

 



jueves, 5 de junio de 2014

PRENSA RESPONSABLE Y RESPONSABILIDAD DE LA PRENSA

-->
El acontecimiento histórico de la abdicación del Rey Juan Carlos está poniendo a prueba, de nuevo,  la independencia de los medios de comunicación de nuestro país. Las llamadas a la “responsabilidad” por parte de los bipartidos menguantes (PP y PSOE) y de sus diferentes líderes han sido seguidas a rajatabla por los declinantes medios de comunicación del establishment, que se han conjurado desde sus diferentes posiciones ideológicas para no ser críticos con la monarquía y, sobre todo, para esconder el debate que hay en buena parte de la sociedad: ¿Monarquía o República? ¿Deberíamos aprobar a Felipe VI a través de un referéndum democrático?
El error de estos  políticos al esconder este debate es tremendo. El de algunos periodistas también: “lo que menos nos conviene es abrir las costuras del modelo de Estado”. “Eso ahora no es prioritario”, me dice un amigo con responsabilidades recientes en un gran medio de comunicación (de la parte del establishment progresista).
Hasta Ricardo Rodrigo propietario de RBA y editor de EL JUEVES ha claudicado y ha destruidos miles de ejemplares, como publica eldiario.es,  que ya tenía impresos con una portada humorística sobre la abdicación del Rey. Siempre nos quedará Mongolia, podríamos decir, pero es triste que la censura haya vuelto y, lo peor, que la autocensura pretenda instalarse como un virus sistémico de los medios.
Con estas noticias se perfila y emerge el papel de los medios y de las empresas periodísticas propietarias de ellos. Algunos directivos se ponen al frente de sus periódicos y firman páginas de loa hacia nuestro Rey, editoriales  que dictan doctrina de consenso en línea con el pacto del bipartido  e informaciones que hablan de la “excelente preparación “ de nuestro nuevo Príncipe en unos días Rey. El mensaje está claro y los mensajeros lo están reproduciendo con fidelidad.
¿Pero fidelidad a quién? Los medios se deben a sus audiencias que están compuestas por ciudadanos que los oyen, ven o leen.  Tienen la obligación de contar la verdad, tanto la de los que representan ideas mayoritarias como minoritarias. Especialmente deben darle la voz a  los más débiles y apartarse de los poderosos. Los medios de comunicación y el poder no pueden ser lo mismo y hablar el mismo lenguaje. Es más,  garantizan mayor estabilidad democrática cuanto más se distancian de los intereses partidistas. Eso es practicar un periodismo responsable en los medios, no eludir un debate o dejarse llevar por lo que proclaman los políticos.
¿Cuánta falta de transparencia ha habido en esta abdicación? ¿Por qué un Rey en cuyos planes  no estaba el ceder la corona a su hijo y que había hecho un esfuerzo por rehabilitar su deteriorada imagen ante los ciudadanos tira la toalla ahora? ¿Por qué no se entiende que los ciudadanos deberían estar llamados a opinar sobre ello en las urnas? ¿Por qué…? Mientras haya porqués sin respuesta más necesario es el periodismo.
Esta vez, en contra de la famosa frase de George Orwell, el periodismo de los medios del establishment está en línea con lo que al poder le gusta que se publique. Eso pasará factura política (ya la ha pasado en las últimas elecciones), pero también a los medios que se autocensuran.