martes, 6 de mayo de 2014

EL TERCER TESTAMENTO


 He leído esta novela de Chistopher Galt.  Muy recomendable. No sabría definir con seguridad el género literario al que adscribirla, porque si bien conforme avanzaba en su lectura estaba ingresando en un mundo futurista, casi orwelliano, que me atrapaba e inquietaba, por otra parte se me iba haciendo familiar y extrañamente creíble, preocupante.
  El Tercer Testamento tiene todos los elementos para convertirse en un best seller de calidad. Claro que en el mundo del libro tener todos los componentes necesarios para elaborar la receta mágica de las ventas, no asegura que se consiga  la pócima del éxito.
  En cualquier caso creo que es un libro muy bien escrito, trepidante,  que atrapa, y  que no pasará desapercibido para la gran mayoría de sus lectores.
  La ecuación de que el cerebro es a la ciencia  como la fe lo es a la religión puede ser tan engañosa como que lo que vivamos en un futuro ya haya sucedido y que nuestros recuerdos (el pasado) sean una mera falacia.
   Chistopher Galt traza una trama bien documentada donde la ciencia llega a traspasar los límites de la realidad, porque la realidad en la que vivirán todos los protagonistas (y somos todos protagonistas de esta novela) no es una ficción , sino un suceso de visiones, de dejà vus tan verídicos que afectan somáticamente a  sus personajes que deambulan por todo el mundo.
  La etapa de la creación de la inteligencia artificial ya se ha superado y es la emoción artificial la que puede conducirnos a la felicidad, o quizás no sea así. ¿Son realmente programables nuestras emociones? ¿Es realmente cierto que la religión acaba donde empieza la ciencia?
  Difícil explicarlo sin contar el tremendo desenlace de El Tercer Testamento. Se lee de corrido y solo te detienes para asimilar  frases que, como sentencias inapelables, te dejan tocado.
  Como me dejó tocado que, en la solapa de la portada descubriera, tras su lectura, que Cristopher Galt, el autor, no existe. No acerté a encontrar el rastro del gran escritor  anglosajón que se esconde tras ese seudónimo y del que había leído gran parte de su obra.
  Llegué a pensar que la propia lectura de esta novela era una visión: un dejà vu que me impactó. Si queréis vivir hoy vuestro futuro, hay que leerla. 
   

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola. Son las 4:27 de la madrugada y acabo de terminar el libro. Realmente adictivo...
¿Cuál es tu interpretación del final?