lunes, 7 de abril de 2014

LA GRAN DESMEMORIA Y LA PRENSA

Si para algo está sirviendo el libro de Pilar Urbano sobre Adolfo Suárez, "La Gran Desmemoria",  es  para reflexionar sobre el papel que juegan los medios de comunicación llamados nacionales y el de  los ilustres líderes que los dirigen.
De entrada es para hacerse un lío: resulta que la entrevista en exclusiva del libro de la Urbano, que edita Planeta, la concede a El Mundo. Es sabido que  cuando se lanza un libro de estas características   la editorial suele escoger el medio al que  adelantará la prepublicación de un capítulo o, como en este caso, la entrevista con la autora para  llamar la atención de los lectores.
Planeta ha confiado en El Mundo más que en su propio periódico La Razón. Es de suponer que aparte de la tirada superior del diario de Rizzoli se habría encontrado con el rechazo de Marhuenda y compañía, a juzgar por la columna de Alfonso Ussia del pasado 5 de abril en la que decía que no iba a leer un "libro prescindible  de seiscientas páginas del que desconfía porque entre la tapa superior y la inferior no cabe un bocadillo de mortadela..." Los autores como Pilar Urbano según Ussia deberían ser educados y esmerar su capacidad de síntesis y evitar  escribir estos libros gordos, sobre todo si no dejan en buen papel al Rey, añado yo. Y también colijo que piensa  que su editor Lara no debería haberlo publicado.
Planeta ha prendido el incendio en casa ajena con su libro y eso es de alabar comercialmente. En un par de días se han quemado Juan Luis Cebrián (El País) y Casimiro García Abadillo (El Mundo) y, por supuesto ABC se ha inmolado en la hoguera de Planeta a favor del Rey y en contra de las acusaciones de su participación en el golpe del 23 F que vierte la Urbano en su Desmemoria.
Al final sendos quemados acaban vertiéndose acusaciones: Cebrián le dice a El Mundo que hace falsas conjeturas como ya lo hizo al seguir la  teoría de Aznar en la participación de ETA en el 11M y Casimiro García Abadillo le tilda de a Cebrían de "articulista deseoso de prestar servicios" por su encendida defensa del papel de la monarquía y de Suárez. También coincide Cebrían con Ussia en que el libro es muy gordo. (Él lo llama voluminoso )
Solo ha faltado el remate de cuatro páginas de Victoria Prego en El Mundo entrevistando al hijo  de Suárez que,  desmintiendo a Pilar Urbano, le hace  un gran favor a la autora y a las ventas del libro de Planeta.
El libro de la Urbano ha servido para enfrentar a los articulistas y a los directivos de la prensa, pero también para que éstos últimos amaguen por dónde van a ir sus lineas editoriales que están tan despintadas y confusas como las de un campo de fútbol regional, pero que van a quedar, según lo leído, marcadas por la defensa sin ambages de la institución de la monarquía y el orden establecido.
Todo eso ha conseguido el editor de Planeta, a lo mejor sin querer.
Yo ya no me compraré ese libro gordo y "mentiroso" de Pilar Urbano. Estaba a punto de hacerlo, pero Ussia, Cebrián, Casimiro, el hijo de Súarez y Lara, entre otros, me han convencido de que no encontraré las respuestas a las incógnitas del 23 F.
De momento me quedo con el "falso" documental de  Jordi Évole que me sigue pareciendo  más creíble, fresco e interesante que lo que llevo leído estos días en la prensa.


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