jueves, 31 de enero de 2013

SIN NOTICIAS DEL PRESIDENTE

Cuando un escándalo de corrupción del tamaño del caso Bárcenas estalla a través de los dos diarios de más tirada en España (EL MUNDO y EL PAÍS), se reproduce y amplía en todos los medios de comunicación, incluidos los extranjeros, y hasta la embajada americana urge  una respuesta contundente por parte de la primera autoridad del país, se hace difícil pensar que María Dolores de Cospedal tenga razón cuando desmiente la corrupción en sus filas y advierte de que se va a querellar contra  el diario EL PAÍS y todos los medios que reproduzcan la información que califica de falsa.
Es un órdago difícil de sostener que pone en juego la credibilidad del Partido Popular, la de sus dirigentes, y la del presidente del gobierno español, Mariano Rajoy.
La información de EL PAÍS es impecable. Está medida en cada línea y me da la sensación de que solo ha publicado lo que ha podido verificar con sus fuentes.
Más allá de que a estas alturas el presidente Rajoy debería estar dando explicaciones a la nación por el escándalo de corrupción en el que se ve supuestamente implicado, también debería sopesar que se ha puesto en contra a la opinión publica además de a la publicada.
No se puede gobernar con querellas contra los periodistas en lugar de dar la cara con los ciudadanos y los medios de comunicación.
De momento entre dos estamentos, el de los políticos y el de la prensa, que venían en diferente grado perdiendo la credibilidad entre los ciudadanos, hoy la balanza se ha desequilibrado con fuerza a favor de los medios de comunicación, que se han demostrado necesarios para que asome la verdad.
Tal y como pintan las cosas, parece que mañana seguirá hablando la prensa y callando el presidente del gobierno. Como explica Salomé García en eldiario.es, de quien tomo el título de mi post de hoy: mañana seguiremos sin noticias de Rajoy
Malo para el país (España) y bueno para EL PAÍS (diario).




lunes, 28 de enero de 2013

LA PRENSA: UNA FLOR MUY DELICADA

"La libertad de prensa es una flor muy delicada"  Este es el título del blog de Neelie  Kroes, la vicepresidenta de la Comisión Europea que ha presentado el informe de varios expertos que pretenden unificar criterios y normas, e incluso sanciones, a los países europeos y medios de comunicación que incumplan la la libertad de prensa y la pluralidad informativa.
Aunque  su post  personal está abierto a los comentarios y sugerencias de todo el que desee opinar, no ha podido evitar que los editores europeos se hayan echado las manos a la cabeza. Ya se sabe que todo lo que huela a control de la prensa es mejor dejarlo abierto o sometido a la propia autorregulación de los medios y de los periodistas, que deben aplicar sus propias reglas éticas y profesionales.
La excusa que ha llevado a realizar este sesudo informe es la situación que vive Hungría con el acoso y derribo de algunos medios  de comunicación por parte del gobierno.
Es cierto que hay una desigualdad en la libertad de prensa, incluso entre los países de nuestro continente.
En nuestro país, afortunadamente, no tenemos un problema para que la información que recibimos  sea libre y plural. Y si no lo es, será por los condicionantes que se autoimponen determinados medios de comunicación que pueden estar sujetos a intereses económicos y financieros y que les impide expresarse con libertad en determinados asuntos.
Lo demás, como cualquier empresa o ciudadano, tiene que estar sometido a los tribunales ordinarios y punto. Por ello creo que este informe que presenta la Comisaria no llegará a nada.
Se ha cruzado este hecho con el de la reciente portada "fallida" de EL PAÍS y que fue objeto de una doble página de disculpas por parte de sus directivos. De todo lo que  se explicó en la información sobre la portada falsa de Hugo Chávez me quedé con lo que creo que sirvió de detonante para que el director de EL PAÍS diera marcha atrás y recogiera el 70% de la tirada del diario y volviera a imprimirla: Fueron los lectores quienes a través de las redes sociales les alertaron de que se habían equivocado, demostrándole al medio de comunicación que le habían vendido gato por liebre.
No es la primera vez que un diario cambia su portada ante las protestas de sus lectores.
Recuerdo una de EL PERIÓDICO que no llegó a imprimirse porque en las redes sociales la consideraban racista y el director tuvo que modularla y dar explicaciones.
Eso no nos debe llevar siquiera a pensar que los lectores son los que deben hacer o deshacer portadas de los diarios, pero sí a reflexionar que el control que ahora se puede ejercer sobre las informaciones de los diarios es superior al de hace tan solo unos años.
La relación entre diarios y lectores es una relación de confianza, que se basa en los principios éticos de sus periodistas, no de los medios, dado que éstos no pueden tener ética puesto que son instrumentos y no sujetos, sin embargo es deseable que las reglas y principios de las que se dotan las empresas periodísticas se hagan públicas, al igual que debe saberse quien hay detrás del organigrama empresarial de los medios para conocer a qué intereses responden.
Con eso bastaría para que todos estuviéramos más tranquilos, incluso la Comisaria preocupada por la delicada flor de la prensa. Con eso y con que los medios cuenten la verdad, si no es así ya están los tribunales.






jueves, 24 de enero de 2013

EL LIBRO BLANCO DE LOS PERIÓDICOS

El libro blanco de la AEDE (Asociación de editores de diarios españoles) de 2013, recoge los datos hasta 2011 de la evolución  negativa de los periódicos españoles. El no poder contar, todavía, con los de un 2012 "horríbilis" no invalida un pequeño análisis sobre la difusión de la prensa escrita que tiene una tendencia a la baja preocupante.
La crisis de los diarios impresos españoles es muy superior a la de los europeos. Este sería un primer titular.
En los últimos 10 años, ya digo que sin contar 2012, en Europa hay 43 periódicos menos, mientras que en España han desaparecido 20 cabeceras.
El lector medio de diarios españoles ha envejecido cuatro años. Su edad es ahora de 45 años, mientras que en 2001 era de 41.
Los lectores de 14 a 35 años han descendido un 10%. Los jóvenes abandonan la lectura de los diarios impresos.
Desde 2001 han desaparecido 700.000 compradores de diarios y, sin embargo, según el EGM hay 800.000 lectores más que en esa fecha. La gente no compra pero parece que lee, aunque la tendencia de los dos últimos años va a la baja en la lectura. Con esos datos resulta que, ahora,  cada ejemplar comprado tiene casi 4 lectores, mientras hace diez años eran 3.
En  España solo compran diarios 76 de cada 1000 habitantes, mientras que la media Europea es de 160 por cada 1000 y hace dos décadas nuestro ratio estaba en 102 por cada 1000. Hasta Grecia nos supera en el ratio, pues 87 de cada mil ciudadanos griegos compran un diario.
Esta nueva edición del libro blanco de los diarios españoles parece un poco más negra que la del año pasado y, desgraciadamente no tanto como la próxima que verá la luz en 2014.
El, hasta hace pocos días, presidente de la AEDE, Conrado Carnal titula su artículo en el libro blanco: "REINVENTARSE DESDE EL PAPEL" y sostiene que el papel sigue siendo necesario para efectuar el tránsito hacia la rentabilidad del digital: "Con diarios de papel todo es posible; sin ellos nada es viable.", escribe.
Hay que darse prisa, porque lo impreso está menguando aceleradamente y lo digital en las empresas de la AEDE no acaba de rentabilizarse, en cambio algunas ediciones nativas digitales con otras estructuras y contenidos  están empezando a sacar la cabeza y a interesar cada vez a más lectores.



domingo, 20 de enero de 2013

LOS 200

Hay aproximadamente 200 cargos políticos o institucionales, en este momento, encausados o investigados por delitos de corrupción en nuestro país. Seguramente irán apareciendo más, pues cuando se tira de la manta las interrelaciones civiles y políticas se multiplican. El que compra a un político cree que puede comprar a dos o tres, si es necesario,  y el que se presta al soborno una vez lo puede ejercitar varias veces.
El soborno es cosa de dos como mínimo, pero no tiene límite porque el que lo conoce, aunque no se beneficie directamente de él, es así mismo un corrupto, en especial en la política.
La corrupción de los doscientos siempre tiene que ver directa o indirectamente con meter mano en la caja pública de los ciudadanos. El enriquecimiento de unos pocos lo pagamos entre todos.
Decía hace poco en este blog que el año 2013 podría ser un buen año para el periodismo si  éste volvía a recuperar su esencia de denuncia y defensa de los más débiles frente al poder: ¿Una utopía?
Sin el periodismo sería difícil que estos asuntos no quedaran muertos y sepultados. Con el periodismo hay una oportunidad de que salgan a la superficie y se aireen.
Es cierto que muchos políticos en el poder juegan a manipular algunos medios y otros a despreciarlos, porque creen que ya no son masivos y que han pasado del supuesto cuarto poder a influir bien poco en la opinión de lo ciudadanos. A lo mejor tienen razón, pero mientras haya un periodista que no se deje manipular y que esté dispuesto a llegar hasta el fondo, los 200 y los hipotéticos futuros 200 corruptos lo tienen mal.
Los fiscales y jueces son los que deben actuar, pero los periodistas han de contarlo hasta el final. El periodista no es quien juzga ni quien condena, solo lo cuenta para intentar que no quede impune a los ojos de la sociedad.
Hay una gran desazón e indignación ciudadana por estos casos e incluso se puede llegar, de tanto contarlo, a la impotencia y a la generalización de que esto no tiene remedio.  Ayuda el que no parece que los partidos políticos quieran pactar en serio medidas duras contra la corrupción y ni siquiera que tengamos una ley electoral con listas abiertas que nos permita no votar a estos indeseables.
El periodismo tiene una oportunidad y la clase política también. Ya veremos quién está al nivel de las circunstancias. De entrada periodistas y políticos deberían estar de acuerdo en que en este país no pueden campar a sus anchas los 200.


martes, 15 de enero de 2013

TELEMADRID, POR EJEMPLO.

Ignacio Gonzalez, presidente de la Comunidad de Madrid, ha concedido una entrevista a la Cadena SER en la que, entre otras cosas, ha sido preguntado por el ERE de TELEMADRID que dejará a cientos de profesionales en la calle. Pepa Bueno, la periodista que le entrevistaba, no se esperaba que la respuesta del Presidente fuera de esta guisa: "Hacemos lo mismo que hacen ustedes, ¿O no han hecho en su grupo varios ERE? El mercado de los medios ha visto cómo han descendido los ingresos de publicidad y todos nos vemos obligados a reducir nuestros costes. Es lo mismo que les pasa a ustedes y a otros grupos de comunicación privados"
Está claro que al presidente madrileño le van los métodos del sector privado. No hay duda de que los emula y los supera. Ahí tenemos su decidida apuesta por privatizar los hospitales públicos y por dejar en manos de empresas audiovisuales privadas la televisión pública de la Comunidad, una vez quede bajo mínimos.
Sin embargo son los matices los que hacen que las cosas sean algo diferentes. Parece que se puede privatizar lo público siempre y cuando los servicios caigan en manos amigas. Lo del consejero de sanidad Güemes sería un ejemplo, lo que puede venir con la nueva TELEMADRID  es para seguirlo de cerca y con mucha prevención.
Es así porque, para algunos políticos, lo público ya era manejado como privado y privativo de su voluntad. Lo público no  siempre se ha tratado con los criterios de un bien que es de todos. Cuando se maneja el dinero de todos se ha de ser más transparente y prudente que cuando una empresa se juega el dinero de sus accionistas.
Están intentando hacernos perder el Norte de las cosas. Ya no hablo de los valores elementales, ni siquiera de las formas con que se despachan los políticos, que atraviesan la frontera del cargo público al privado para aportar sus influencias  y métodos al conjunto de la sociedad y de la economía. Están construyendo la nueva imagen en la que lo público será de unos pocos, lo mismo que lo privado estaba reservado a una minoría.
Volviendo al caso de TELEMADRID, ya no se habla del servicio que una televisión pública debe prestar a una comunidad de ciudadanos frente a las televisiones comerciales privadas. Ya no es necesario mantener la defensa del bien común, ni siquiera resulta imprescindible, para los nuevos políticos, los principios grandilocuentes que informaron la creación de la televisión pública madrileña en al año 1989.
Mas aún, el presidente de la Comunidad no parece interesado en hablar de los conceptos de información libre e imparcial, de periodismo sin sometimiento a los partidos políticos o al partido político. De nada de eso ha hablado, porque, sencillamente, todo eso se ha ido destilando día tras día por la cloaca de los informativos de una cadena sometida a un control desmedido e interesado.
Decía también Ignacio Gonzalez, como excusa para los centenares de despidos, que la ley le impedía tener déficit presupuestario, como si el servicio público de televisión hubiera sido rentable algún día, más allá de los réditos electorales que le pueda haber dado a él y a los suyos.
Ahí estamos con los medios públicos desmantelándose y vendiéndose para alcanzar los grandes objetivos de los privados: La rentabilidad, pero en este caso ¿para quién o para quienes?






martes, 8 de enero de 2013

CERRANDO VENTANAS DE LA CULTURA

El cierre de la histórica y emblemática Librería Catalonia y el goteo sistemático con el que van desapareciendo quioscos y librerías en todo el país, no deja de ser preocupante. Lo es, también, que los teatros sufran dificultades que se han acrecentado por la subida del IVA de las entradas que, según hemos sabido por Daniel Martinez, el empresario de FOCUS,  ha hecho mermar en un 25% el número de espectadores en los últimos meses.
Las ventanas de la cultura se van cerrando, por lo menos las físicas. No hay forma de sostener determinados modelos de librerías que han visto descender sus compradores en un 20% el año pasado. No hay modo, tampoco, de mantener los quioscos abiertos con una caída anual sostenida del 10% de las ventas de diarios.
Sin embargo, las estadísticas muestran que cada vez se lee más en nuestro país. Se leen más diarios y se leen más libros, aunque sea sin comprarlos. Y hasta se ve más cine aunque no sea yendo al cine.
Está claro que en eso tienen que ver las nuevas tecnologías que nos dan un acceso fácil y hasta más barato a la lectura en particular y al ocio y a la cultura en general.
Pero también habría que reflexionar sobre el daño que está haciendo la crisis económica a esas ventanas físicas de la cultura más allá de las causas tecnológicas.
Cada vez hay más gente que comparte un libro o un diario, más gente que usa las bibliotecas públicas y que se intercambia un ejemplar físico o un archivo digital de una película.
El modelo físico en la cadena final parece que tiende a seguir menguando y hace que decrezcan las tiradas de libros , diarios y revistas. Es un bucle imparable que solo pueden aguantar aquellos que tiene la dimensión óptima y saben gestionar ante la crisis.
Debe ser así, porque junto a los cierres (mayoritarios) también hay aperturas excepcionales que parecen consolidarse, no sin dificultades .(cadenas como La Casa del Libro o La Central).
A veces las anécdotas son el espejo de la realidad cotidiana. Un par de ellas:
En algunos clubes de lectura, que tienen por finalidad comentar un libro con el autor, se alargan los plazos de lectura y discusión para que de tiempo a que un lector le pase el libro a otro una vez lo ha leído.
Paseando por Las Ramblas barcelonesas noté que los quioscos ya no tienen toldos con la publicidad de los periódicos. Es más el espacio para los diarios se lo han comido, en buena parte, los souvenirs y bagatelas para los turistas. Hoy esos quioscos, antaño verdaderas máquinas de facturar y abiertos a todas horas, exhiben un plafón digital gigante, en su marquesina y en la parte posterior, anunciando diferentes productos. Cuando yo paseaba el luminoso digital mostraba imágenes de Google y Facebook.
A mi, personalmente, ya me interesan menos esas nuevas ventanas de la cultura que dan al transitado paseo de Barcelona, pero es  lo que hay.