lunes, 16 de diciembre de 2013

CUENTO DE NAVIDAD DE 2020

Este cuento lo escribí el año pasado por estas fechas y para el 2017, pero se me ocurre que puede valer para el 2020. Donde pone la fecha del referendum de 2014 puede sustituirse por la actúal fecha prevista por los partidos nacionalistas catalanes. Lo demás vale, me vale.

La Navidad de 2017 resultó especial:
Fue la  primera Navidad en la que"El Gordo" de la lotería tocó integramente en Catalunya. Claro que fue fácil que eso sucediera: Era la primera vez que La Generalitat organizaba el sorteo para el Estado catalán. Los premios eran sensiblemente inferiores a los del Estado español, pues solo jugábamos los catalanes y éramos escasamente el quince por ciento de los españoles, con lo que la recaudación era mucho más floja. Las televisiones y diarios españoles, que aún subsistían,  lo resaltaban en sus reportajes con cierta sorna: "Los empleados del hospital madrileño, privatizado, del Gregorio Marañón han obtenido 600.000 euros por décimo, mientras que los del Hospital Clínico catalán , también privatizado, solo han ganado 100.000 euros." Parecía que la suerte estaba más dotada en el  Estado español y mejor repartida en el catalán, porque, eso sí, la recaudación de las Loterías de la Generalitat se quedaba integramente en las arcas catalanas.
El tránsito hacia la independencia, desde el referendum del 14 de setiembre de 2014, había resultado harto difícil. Las sucesivas impugnaciones  de la consulta por parte de los órganos estatales españoles, las presiones del gobierno de Rajoy, primero, y de Aznar después, ante la Comunidad Europea, habían hecho mella en españoles y catalanes que finalmente habían pactado un divorcio de conveniencia más o menos amistoso. Un resultado,  en la consulta, del 58% a favor de la independencia tampoco daba para muchas alharacas.  Eso, unido a que el gobierno de España había aprobado una ley fiscal por la que un catalán podía empadronarse en cualquier lugar de España si residía en periodos discontinuos por más de treinta días fuera de Catalunya, había generado que muchos catalanes, usuarios del AVE español, acabaran pagando sus impuestos en  España, ahorrándose hasta un 7% sobre las tasas catalanas.
Las guerras internas en el partido de Convergencia i Unió, que había sucumbido a las pretensiones independentistas de Esquerra Republicana, habían forzado en España al Partido Popular a presentar en las elecciones de 2015 a José María Aznar, un candidato que, tras la mejora de la economía española, sería mucho más pragmático, duro y españolista que un Mariano Rajoy que llegaba al final de la legislatura "con los deberes hechos", como solía repetir, pero muy desgastado por sus sucesivos incumplimientos y bandazos.
Era una Navidad especial, también, porque los dos diarios que quedaban en Catalunya, el centenario y de siempre, y el independentista, que apenas llevaba siete años en los kioscos, estaban de acuerdo en la defensa a ultranza del Estado catalán y su integración de pleno derecho en la Unión Europea. No había contestación ni oposición mediática, solo matices y gradación de los tiempos y las formas. La pluralidad informativa había desaparecido en buena parte en Catalunya , pero también en España. El cierre de una cincuentena de diarios, la desaparición de las televisiones autonómicas españolas, la entrada de los bancos y de la Iglesia en muchos de los medios de comunicación españoles habían consolidado un panorama de dos bandos: Los que estaban alineados con las tesis gubernamentales y las defendían a ultranza y con recursos económicos suficientes, y los francotiradores que luchaban con medios escasos y  creativos, pero divididos.
El paro descendía, proporcionalemente,  más en España que en Catalunya. El gobierno de la República de Catalunya explicaba que había que seguir haciendo recortes en un momento crítico en que la independencia requería sobreesfuerzos a cambio de un futuro en libertad  y sin intervencionismos externos. Algunos catalanes no querían esperar y se apuntaban al carro de España. Trabajaban y vivían  aquí, pero pagaban allí.
Aquella Navidad de 2017 me descargué varios libros de Amazon, entré en la web de Iberia S.A. "Líneas aéreas de España" y busqué alguna oferta para descansar unos días fuera de Catalunya. Resultaba algo más barato volar  desde Barcelona  a alguna ciudad europea que no fuera española, pero tuve la duda: necesitaba cuatro días más de estancia en España para poder pagar mis impuestos allí, fuera de Catalunya.


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1 comentario:

Anónimo dijo...

No te tengo por el fantasma de las Navidades futuras pero el cuento o pesadilla es posible que se haga realidad por nuestros muchos pecados.Pero permiteme discrepar.
No creo en una independencia pactada aunque sea tras una ardua negociación.Si llega será tras la ruptura,y una gran parte de la ciudadania catalana está por ella,y en el fondo una gran parte del resto de España tambien lo desea ya que los niveles de hartazgo y asco hacia todo lo que suene a Cataluña y catalan es considerable,y de eso puedo dar fé en mis frecuentes contactos sobre todo con empresarios del resto de España (que no del Estado como se dice por aqui).
Que el grueso de la industria catalana,sobre todo la tiene como clientela mayoritaria empresas españoles,ya estemos marchando o en situación de hacerlo dejando aqui los parados,esa es una realidad.Que tambien las cuentas bancarias esten saliendo esa es otra realidad.Imagino que los jubilados si quieren seguir percibiendo su pensión del Estado español deberan hacer algo al respecto de su residencia,y deberan estar hoy por hoy al menos más de 6 meses en el otro lado.
Como tambien la Caixa ( cuyo 70% de recursos estan fuera de Cataluña)deberá dividirse en dos,y el resto de bancos lo mismo.
Por supuesto imagino los activos de la Republica catalana en "pujoletas" y los pasivos en euros con lo que la quiebra está garantizada.Imagino una censura feroz y la persecución de todo lo que huela a español.Los enemigos exteriores son necesarios en estos casos.
Y en España el paro no va a bajar,se necesita al menos un crecimiento económico del 2-3 % y eso no está claro.
Y la prensa y la libertad de expresión...AH ¡¡ eso hace tiempo se perdió.
Para los que tenemos hijos y nietos aqui nunca como ahora el futuro ha sido más incierto y oscuro.
En todo caso deseo para todo el mundo una Feliz Navidad y un Próspero año 2014 en los que la gente recupere la cordura,el buen juicio y los mejores sentimientos.
Aunque ya sé que solo es eso,un deseo,y la realidad es tozuda.

Sancho Ramirez