En
esto de la Economía con mayúsculas pasamos de la esperanza al desastre en pocos
momentos y es que no hay una medición, ya no exacta sino aproximada, que nos
permita conocer donde estamos y hacia donde vamos.
Hace
poco menos de dos años nuestros bancos, Bankia incluido, superaron el test de estrés de Europa. Apenas cuatro Cajas
españolas deberían recapitalizarse con algo más de 2.000 millones, muy
lejos de los más de 23.000 que hoy
necesita sólo este banco intervenido por el estado.
Ahora nos van a volver a auditar a los bancos desde
tres firmas, aparentemente solventes y de diferentes países; tan solventes como
la auditora de Bankia que no quiso realizar un informe “favorable” y lo que ha emitido, al final, es un informe de “quiebra”, tras reformular las cuentas el
consejo de administración.
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Cuadro elaborado por el diario Expansión en julio de 2010 |
El
periodismo económico puede estar haciendo aguas por la imposibilidad o la
incapacidad de acercarnos a la verdad. Nada hay más complejo que el entramado
financiero en la actualidad y nada tan duro para un periodista como saber
interpretarlo sin caer en le ridículo al día siguiente. Basta con analizar lo
que decían algunos “especialistas” que alternan sus emolumentos en los medios
de comunicación con los de la asesoría financiera. Sencillamente patéticos, y
ahí siguen explicando lo inexplicable.
Se
que es difícil pasar de ellos, que es complejo no dejarse llevar por el
pesimismo ante tanta ignorancia gubernamental e informativa, que en la calle la
gente no tiene trabajo y que esta ola de incongruencias y de desinformación no
anima a hacer una vida normal: a
planificar unas vacaciones modestas o a cambiarse de coche después de diez o quince años con el
mismo , e incluso a dejar los ahorros, el que pueda ahorrar, en manos de los
estresados y “solventes” bancos…pero es más cierto que si no se hace una vida normal
y "pasamos" un poco de esta ola esto será todavía difícil de levantar.
Si
aquellos que tienen capacidad de consumir no lo hacen, retraídos por la
incertidumbre diaria, si los que podrían invertir se esconden en la indecisión
y la extremada cautela, y los que
evaden capital o lo esconden bajo el colchón siguen haciéndolo, los que no
tienen recursos seguirán sin ellos y no avanzaremos.
Estamos
bastante solos, sin aliento de nuestros gobernantes e instituciones financieras, con decisiones erróneas y contradictorias para crear las condiciones que incentiven el crecimiento.
Y a pesar de ello deberíamos arriesgar más porque ya estamos a punto de perderlo casi todo.
Y a pesar de ello deberíamos arriesgar más porque ya estamos a punto de perderlo casi todo.
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