martes, 26 de abril de 2011

¿HAY QUE CERRAR LAS RADIOS MUNICIPALES?

Coincidí con uno de los alcaldables a la ciudad de Barcelona en una celebración del día de Sant Jordi. Hablando de libros y de medios de comunicación le pregunté por los rumores sobre que COM radio, el conjunto de radios municipales de la Diputación de Barcelona, pudiera echar el cierre por la política de recortes presupuestarios y la denuncia de competencia desleal orquestada por algunas radios privadas catalanas.  Me dijo que habría que intentar "resolver esa situación sin entrar en ideologías y partidismos".
Suena bien lo que me dijo, aunque no veo como los políticos puedan actuar sin ideología y partidismo...
Las emisoras de la Diputación siempre han pertenecido al bando de los municipios socialistas y ahora están desplegando una campaña en favor de su continuidad ante la previsión de que muchas alcaldías cambien de signo político en las próximas elecciones del 22 de mayo.
Cataluña es una Comunidad Autónoma en la que las subvenciones a medios públicos y privados se ha convertido en una práctica común de los diferentes gobiernos de la Generalitat. La excusa del fomento del idioma catalán ha sido, también, determinante para que editores y propietarios de medios en general se hayan beneficiado de las  ayudas del erario.
Los gastos del ayuntamiento de Barcelona en su televisión municipal y en decenas de publicaciones y propaganda, junto a los pagos a medios privados por insertar información relativa a la acción de gobierno son de algunos millones de euros.
Parece sensato que en el momento en que los recortes en servicios fundamentales, como la sanidad o la educación públicas, es parte de la tinta y las ondas de la mayoría de los medios, los políticos amaguen con reconducir y restringir "las ayudas" al sector de los medios de comunicación.
Desde mi punto de vista, promocionar la lengua catalana es tan necesario para la identidad y la idiosincrasia de Cataluña, como  imprescindible es que los medios que se financien tengan suficientes raíces entre sus lectores o usuarios.  La subvención o ayuda a fondo perdido no debería otorgarse, por principio, a aquellos proyectos de corto recorrido, escasa novedad y mínima incidencia en la ciudadanía. Lo mismo que nadie entendería que financiáramos de nuestros bolsillos el deporte del golf por muy saludable que éste sea para nuestro estress.
Así pues evaluar si la COM radio cumple un papel relevante con la ciudadanía sería el objetivo que avalara su continuidad y, por tanto, el dotarla con recursos públicos.
Para empezar convendría revisar los criterios," sin ideología de por medio", con los que se otorgan cada año millones de euros a los medios de comunicación. Con un poco de demagogia práctica, en el momento de los recursos escasos, y ante la crisis que vivimos, vale la pena que dejemos de cerrar pabellones en los hospitales y que la enseñanza sea más digna antes de que los medios que no tengan futuro sobrevivan artificialmente con el dinero del contribuyente.
Ah!. Y esto lo dice alguien, como el que escribe, que en su tiempo accedió a las ayudas de la Generalitat, entre otras, para hacer la edición de El Periódico de Cataluña en catalán y si bien tuvimos que contratar a cuarenta nuevos periodistas y técnicos , en aquel momento el índice de paro era inferior al 8% y el crecimiento del PIB superior al 4%. Quizás tampoco teníamos excusa.

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