domingo, 6 de marzo de 2011

¿ADÓNDE VAMOS A 110 POR HORA?

Algo no cuadra en la situación política española. El gobierno  se empeña últimamente en recortar, prohibir y limitar, mientras que la oposición del Partido Popular no ceja en manifestar que lo que hay que hacer es suprimir leyes coercitivas y dejar de emitir cada día medidas que ponen en cuestión la libertad del ciudadano, en el más puro ámbito del liberalismo de la derecha moderna.
Desde el punto de vista de la gente parece, según las encuestas, que Zapatero y su gobierno de izquierdas se está haciendo el harakiri electoral con este tipo de ocurrencias.
Si ahora, no podemos permitirnos circular a 120 kms por hora, ni tener las ciudades y carreteras tan iluminadas, ni nos podremos jubilar a los 65, entre otras mejoras, eso requiere una buena dosis de explicación; un plan de comunicación que llegue con claridad al conjunto de la ciudadanía.
No quiero ser catastrofista, pero me imagino que nos estamos quedando en cuadro con las reservas de petróleo y la energía eléctrica escasea, además de que la caja de la seguridad social está más tiesa que 
el presidente Camps en sus mítines populares.
Si no fuera así, sería difícil de entender que un gobierno a un año escaso de la cita electoral se implicara  vehementemente en forzar medidas tan impopulares. Quizás por eso el mensaje de Zapatero es el de "Todo por España antes de todo por el PSOE", aún a sabiendas que ello le va a costar un importante batacazo en las urnas. No se pueden adoptar medidas antielectorales si no se tiene un as en la manga y aquí el único triunfo que vale es arreglar en pocos meses lo del paro y el crédito a las empresas, y con el recorte de gasto en las inversiones públicas, en el gasto del estado, lo veo muy complicado.
Así las cosas, los medios de comunicación han entrado de lleno en analizar, contrastar y diseccionar cada medida adoptada. Cientos de páginas escritas, de tertulias radiadas y reportajes televisados nos invaden sobre la medida de la bajada de velocidad a los 110 kms. por hora. Periodistas que hacen pruebas con su utilitario para demostrar que se gasta más o menos yendo a 120 o a 110. Instituciones  automovilísticas que demuestran lo contrario y lo mismo que defiende el gobierno, articulistas que opinan que si se baja la velocidad se deberían bajar también los peajes de las nuevas autopistas que se van a convertir temporalmente en autovías, expertos que ven en la situación de guerra civil de Libia la causa de estas decisiones y, mientras, en la calle, la gasolina se dispara, los tipos de interés suben, el desempleo crece y la luz de salida del túnel está tan debilitada como  la que nos quiere poner el gobierno.
No hay buena comunicación con los ciudadanos, no existe un plan a medio plazo, todos son medidas temporales o sorprendentes. Digo sorprendentes, porque imagino que la situación del consumo de las energías escasas debería haber sido una constante del programa de nuestros políticos y no objeto de medidas puntuales.
En el otro lado se sitúa la oposición, que todo lo cuestiona, nada le convence y de casi todo se burla apoyándose en la improvisación e ineficacia gubernamental.
En medio, los españoles, que solo debemos acatar, pagar multas y sufrir la burocracia e ineficiencia de la administración. Los medios, según su color, se alinean con uno u otro extremo y la información parece más sesgada que nunca. Claro que estamos en época preelectoral...
Por si acaso, más nos vale circular a 110 como señalan las nuevas pegatinas de la autopista, a pesar de que mi coche parece que gasta algo más a esa velocidad, aunque, según me han dicho, depende del rozamiento del viento, el estado del piso de la carretera y del volumen de tráfico...Siempre es preferible cumplir con la nueva medida que arriesgarse a que el radar te ponga en tu sitio. Más vale llegar tarde que caro, lo importante es saber adónde se va. ¿lo sabemos?

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