domingo, 20 de junio de 2010

RUMORES Y TRANSPARENCIA INFORMARTIVA

Hace poco Zapatero en una rueda de prensa en la Unión Europea tuvo que pedir a los periodistas que no hicieran caso de los rumores sobre la salud de las finanzas españolas. Varios diarios alemanes e ingleses y , últimamente el semanario The Economist, publicaron poco más o menos que España acudiría al rescate Europeo porque estaba al borde de la quiebra.
Ciertamente estos rumores son desestabilizadores para la marcha de un país y, leídos con detenimiento , no aportan elementos contrastados suficientes para no dejar de ser meras especulaciones dignas de enmarcarse en las secciones de opinión de esos "prestigiosos" diarios más que ser titulares de portada.
Contra el rumor Zapatero argumentó en pro de la transparencia informativa aportando la infomación del stress test de los bancos españoles , algo así como la prueba del esfuerzo cardiaco en un chequeo rutinario. Esta prueba médica garantiza la salud del corazón al 95%, pero no impide sufrir un infarto a la salida de la clínica dónde te la han practicado.
Los periodistas económicos no olieron ni de lejos la crisis que se cernía sobre el mundo civilizado de Wall Street y estuvieron durante años viviendo de los Lehmans Brothers de turno haciendo seguidismo de sus proezas financieras sin darse cuenta de que les intoxicaban en los almuerzos que mantenían con sus ejecutivos y sus agencias de influencias. Deberían haber aprendido de ello y , sin embargo, algunos vuelven a hacer seguidismo de los intereses de algunos políticos y se dejan influenciar por los mismos lobbies de siempre.
A veces publicar la información objetiva y analizar los datos que se ofrecen , contadas veces, con transparencia resulta menos interesante y espectacular que dar pábulo a los rumores de ciertas fuentes poco contrastadas.
La responsabilidad del periodista y del medio ante una información que puede perjudicar a un ciudadano, a una empresa o a un país es realmente importante y genera daños colaterales difíciles de restaurar.
Debe ser complejo blindarse de las agencias de información , de los intereses de los políticos y del poder en general, pero es lo mínimo que se espera de los medios de comunicación. Esa es la base de su independencia que les da la credibilidad.
También es cierto que cuanta más transparencia informativa, como la que buscó Zapatero con los bancos, más posibilidades de que los informadores busquen los tres pies al gato poniendo en tela de juicio la veracidad de los informes.
Seguramente están más acostumbrados a que la información no les mire de frente, ni sea tan fácil y asequible. Y no significa que no la deban poner en tela de juicio, ni la contrasten y analicen con rigor, porque como en la prueba médica del corazón ésta puede infartar al día siguiente de ser publicada.
Y es que vivimos momentos convulsos en la economía en que los brotes verdes se marchitan en pocas horas.
Más que nunca hay que hacer buen periodismo.

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