viernes, 8 de enero de 2010

No lo entiendo...

Dejándome de cuentos ,temporalmente por lo menos, acabo de ver la cruda realidad de las ventas de 2009 de los diarios españoles.

Resulta que en 2009 los periódicos vendieron un 7% menos de ejemplares de media que en 2008 y facturaron un 25% menos de publicidad. los suplementos semanales de los diarios cayeron un 40% en inversión publicitaria.

Eso en cuanto a la media. Pero los más castigados en ventas y publicidad fueron los diarios canarios . Tanto La Provincia de Las Palmas como Canarias 7 descendieron el 13% y 14% en ventas respectivamente y tuvieron más de un 30% de caida publicitaria.

Los diarios que han sabido aguantar a sus compradores han sido ABC (+2%) y La Vanguardia (-0.5%), los demás se balancean a ambos lados por encima o ligeramente por debajo de esa media de pérdida de compradores del 7%.

Aunque la publicidad reacciona tarde a la difusión de los diarios y , teniendo en cuenta que se programan los anuncios basados fundamentalmente en el número de lectores, lo lógico es que aquellos que más sufran en sus ventas también sufran la ignorancia del anunciante.

Pues resulta que no es así. A menos ventas de un diario menor caída de su publicidad.
Y si no veamos el ejemplo de este año.

El diario que más ha caído en ventas en 2009 es La Razón que tiene un 20% menos de compradores de los que tenía el año 2008 y ha conseguido caer en sus ingresos publicitarios algo menos de un 10% cuando el sector lo ha hecho en un 25%.

Si tomáramos un efecto corrector de la caída general del mercado, diría que cuando 2 de cada 10 compradores han abandonado La Razón ,6 de cada 10 anunciantes,por lo menos, han incrementado su inversión publicitaria en ese diario .Y todo ello ocupando menos paginación.O dicho de otra manera, con un 30% menos de papel han conseguido colocar un 15% más de publcicidad que la media de sus colegas. No está nada mal. Eso es eficacia.

Propongo que el sector se mire en el espejo de La Razón y deje de lamentarse, restructurar, innovar y reconvertir

Yo, por mucho que lo analizo no lo entiendo. Salvo que no todo lo que anuncie La Razón sea publicidad. Que no vaya a pasar que no sea oro todo lo que reluce.

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