viernes, 24 de julio de 2009

el club de los editores muertos

Hubo un día en que en las redacciones de los diarios había entusiasmo, compromiso y sentido de pertenecia a la cabecera . También había exigencia y sana crítica a la linea que marcaba la empresa editora. Fue la época de los estatutos de redacción que caminaron en paralelo a los convenios colectivos. Hubo logros importantes que condujeron a una mayor transparencia informativa por parte de los medios que redundó ,seguro, en beneficio del lector.

Hoy en día los periódicos están plagados de ERES , con recortes de medios económicos y salariales en sus redacciones y con cierto desarraigo de los periodistas a su empresa editora con la que sólo tienen que discutir la supervivencia del máximo número de puestos de trabajo. Es humano y hasta lógico en la fase crítica en que nos movemos.

Pero eso no es lo más grave para este sector. Y es que hubo un día en el que había editores , empresarios de los medios de comunicación, que se leían sus diarios y los criticaban. Trasladaban a sus directores la estrategia para conseguir nuevos lectores, para abrirse paso ante la competencia que se cernía sobre sus empresas. Marcaban las líneas y no disimulaban sus creencias ni orientaciones ideológicas. Tomaban decisiones y asumían riesgos. Se equivocaban y acertaban . Se aliaban y se peleaban entre ellos . Se concentraban y lo contrario. Conocían su oficio y les gustaba. Le ponían y transmitían entusiasmo.

Algunos editores murieron físicamente y las nuevas generaciones , simplemente, han actuado de forme diferente.
Algunos huerfanos de aquellos editores heredaron unos medios por los que no sienten ningún interés . No se sienten identificados ni con las redacciones ni con los modelos y formatos impresos. No los cambiarán ni mucho menos los potenciarán porque creen que se están muriendo y sin querer o queriendo los acabarán matando por inacción.
Otros editores han muerto virtualmente. Presos de un discurso derrotista y de tan manido convencional que se basa en el mismo de los huerfanos:" Esto del papel impreso se acaba". "Como máximo en 10 años quedarán sólo cuatro diarios", dejarán morir laconicamente sus diarios porque ya no interesan a los lectores.

Ni unos ni otros harán la revolución, ni siquiera la reforma de sus medios porque asumen que las redacciones y los gestores de sus empresas se resistirán a un cambio en la forma de informar.
Alguno argumenta que el cambio ha de venir de afuera del sector.>" Lo harán otros que no estén viciados y metidos en esta espiral sin salida en la que estamos."
Entre tanto los editores encargan a sus gestores ajustes en personal, eliminar corresponsalías, reducir el papel de los periódicos, recortar su distribución, invertir lo menos posible y capear el temporal con las velas replegadas al máximo a costa de no avanzar en la navegación o incluso retroceder.
Ya no se confía en los periodistas, ya no se leen el diario. Sólo se despacha con los gestores y no se les exige a las redacciones ni a sus directores que navegan a la deriva en solitario. Ya no hay estrategia a medio plazo. Se teoriza más que nunca sobre el futuro de la información, pero nadie arriesga y lo aplica.

Decía hace unos días mi amigo Antonio Fernandez Galiano , consejero delegado Unidad Editorial, con quien discrepo muchas veces ideológicamente y muy pocas en los temas del sector que podemos vivir la muerte del periodismo por la dispersión en los nuevos medios de información sin calidad, sin investigación y sin contraste. Yo le comenté que a lo mejor también se van muriendo los lectores porque los que mandan sobre los medios de comunicación se están afiliando al club de los editores muertos.

1 comentario:

David Soler dijo...

Excelente post!. Un enfoque muy interesante. Me quedo con "Se teoriza más que nunca sobre el futuro de la información, pero nadie arriesga y lo aplica". Es valor lo que realmente hace falta. Estamos en un escenario muy complicado: la venta del papel cae sin parar pero Internet no acaba de arrancar. Y dura demasiado tiempo. Pero veo que todos siguen haciendo lo mismo.
Digo yo que en sus primeros años cualquier periodico en papel perdió dinero sin parar, no? pues no sé porque no se hace ahora lo mismo con la Red. Otra cosa es el modelo de negocio o la estructura que se necesitará a partir de ahora. Quizás no serán necesarias tantas correponsalías o tener las rotativas en casa, no sé... pero está claro que el modelo puede cambiar sin afectar mucho a la calidad del periodico que la acaban dando los periodistas (que no desaparecerán, claro).
Estoy seguro que el papel no desaparecerá del todo, pero habrá un mix. Falta saber quien encontrará el modelo adecuado.
A mi me apasiona este debate... gracias.